La campaña por la reelección de Barack Obama, lanzada ayer por un video distribuido por Internet y un correo electrónico enviado a sus simpatizantes, apunta a una población cuya composición racial se ha modificado en la última década, lo cual podría tener profundas repercusiones en la votación de 2012.
El electorado se volvió menos blanco y más hispano más rápido de lo previsto, según el censo nacional, dos tendencias que influirán en las elecciones durante décadas.
“Estados Unidos está en medio de un profundo cambio demográfico. Cada elección ahora tiene un electorado diferente a la inmediatamente anterior”, aseguró Simon Rosenberg de New Democrat Network, un think-tank demócrata.
Obama y los demócratas hace tiempo que llevan una ventaja significativa entre los votantes de las minorías, lo que aumenta las probabilidades de ganar en algunos estados como Nevada, Georgia y Arizona que perdieron en 2008.
“La gran noticia para los políticos es la dispersión de la población hispana en diferentes regiones del país donde antes no eran muchos”, comentó Willaim Frey, demógrafo de Brookings Institution.
Al mismo tiempo, Obama y la participación de su partido en el voto blanco llegó al mínimo de todos los tiempos, fue de 40% en las últimas elecciones de mitad de mandato en noviembre. En 2008, Obama obtuvo el 43% del voto blanco.
La pregunta para 2012, según el National Journal en Washington —que aplicó los datos del censo al mapa electoral— es “si los republicanos pueden ampliar su ventaja entre los blancos lo suficiente para superar lo que probablemente sea una creciente participación del voto emitido por las minorías”.
Las encuestas de opinión demuestran que la elección está disponible para todos, que el índice de aprobación de Obama está clavado en 46% y el puntaje de desaprobación está en el mismo nivel.
La recuperación económica que está viviendo Estados Unidos y el crecimiento del empleo lento pero perceptible probablemente impulse al jefe de Estado. Otro empujón quizás provenga de la falta de un candidato republicano que pueda seducir tanto a la base conservadora del partido como al electorado en general. El sitio web de Obama intenta atraer a la misma base de donantes que obtuvo en 2008, cuando recaudó mucho más dinero que todos sus rivales demócratas y republicanos.
Los posibles candidatos republicanos, mientras tanto, están recién en sus primeras etapas de recaudación para competir entre sí antes de poder enfrentarse a Obama. El enojo que sienten muchos blancos hacia el presidente estadounidense se agotó a través del Tea Party, cuyos activistas surgieron como los “hacedores de reyes” dentro del partido republicano.
Pero la solidez del sentimiento del Tea Party enmascara el hecho de que sus miembros representan una decreciente proporción de la población. “La población blanca no creció mucho, está envejeciendo y la fertilidad es menor”, comentó Frey.
La participación de los bancos no hispanos en la población norteamericana cayó de 69,1% en 2000 a 63,7% en 2010. Por el contrario, las minorías que incluyen afro-americanos y asiáticos treparon de 30,9% a 36,3% en el mismo período.
La alianza ganadora de Obama en 2008 agrupó a la población más educada y adinerada, especialmente mujeres, y las minorías.