Por Peggy Hollinger en París y Richard Milne en Londres
¿Puede Francia perder su estatus de refugio en los mercados de deuda soberana de Europa? La semana pasada, el diferencial entre los costos de financiamiento de Francia y Alemania se elevaron a un máximo desde 1997, causando preocupación sobre si Francia podría ser la próxima víctima de la crisis de confianza en los mercados de deuda europeos.
El diferencial de los bonos franceses respecto de los bonos alemanes alcanzó 77 puntos base el miércoles, marcando un quiebre con la correlación anterior entre las dos mayores economías de Europa continental de 30-40 puntos base.
La brecha puede ser vista como una falta de confianza en la capacidad de Francia para mantener su calificación crediticia triple A. Después de todo, François Baroin, ahora ministro de Finanzas, admitió alguna vez que su endeudado país podría tener problemas para mantener el estándar de oro del mercado de deuda.
Pero, aunque la distancia con Alemania ha aumentado, los costos de financiamiento de Francia cayeron la semana pasada. “Estamos financiando a 105 puntos base menos que el promedio histórico”, dijo Pierre Salaun, vocero de Agence France Trésor, la agencia de deuda francesa. “No hay deterioro en el costo de financiamiento , sino que hay una mejora”.
“No puedo ver ninguna señal de aversión al riesgo en el mercado francés”, comenta Dominique Barbet, analista de BNP Paribas. Las razones para una mayor atracción de la deuda alemana son obvias: una economía proyectada a crecer más de 3% este año comparada con un 2% de Francia, y una mayor confianza en la disciplina fiscal de Berlín.
Además, las agencias calificadoras no parecen estar muy preocupadas. Las últimas medidas tomadas por el gobierno del presidente francés Nicolás Sarkozy para controlar el gasto público han confirmado de cierta manera de que Francia va por buen camino.
Mercados impredecibles
Sin embargo, los mercados ahora son tan impredecibles que nadie puede decir que está salvado del contagio.
Mientras los gobiernos europeos discuten si el sector privado debiera tomar parte en otro rescate para Grecia, los bancos franceses están bajo la lupa por su exposición no sólo a la deuda griega, sino que también a la de España e Italia.
Los bancos franceses tenían
US$ 556.000 millones de deuda italiana, pública y privada, a fines del año pasado, comparado con los
US$ 162.000 millones de los bancos alemanes.
El gobierno en Francia está bastante consciente de que no puede ser complaciente. Aunque ha superado sus metas de reducción de déficit, el trabajo se pondrá más difícil el próximo año a medida que se desacelera el rebote de la economía y los recortes de gastos son más difíciles de encontrar.