La Autopista a China es uno de los primeros proyectos brasileños de infraestructura construidos a escala equiparable a cualquier obra en el gigante asiático.
Oficialmente llamado Açu Superport, el puerto se ubicará sobre la costa del estado de Río de Janeiro y es el componente más ambicioso de la cartera de negocios de Eike Batista, el hombre más rico de Brasil.
Después de iniciar operaciones el año próximo, será suficientemente profundo como para recibir Chinamax, nuevos buques capaces de transportar entre Brasil y China 400.000 toneladas de mineral de hierro, dos veces la capacidad de la mayoría de los buques a granel que navegan la ruta.
La obra del puerto Açu está en manos de LLX, la compañía de logística de propiedad de Batista, según la revista Forbes, el octavo hombre más rico del mundo con una fortuna de US$ 30.000 millones.
Las principales subsidiarias de EBX son LLX; OGX Petróleo e Natural Gás Participacoes, la petrolera de bandera; la generadora de energía MPX; los servicios petroleros y construcción de buques OSX y la minera MMX. A excepción de MMX, todas están en la etapa de inicio de operaciones. Sólo la subsidiaria de minería está generando dinero. Sin embargo, EBX sostiene que invertirá US$ 15.000 millones entre 2010 y 2014 en los sectores de petróleo y gas, energía y minería.
El proyecto más grande es Açu, que se convertirá en el mayor puerto del continente americano cuando la obra esté terminada. Contempla una inversión de US$ 40.000 millones en una superficie equivalente a 2,5 veces el tamaño de la isla de Manhattan.
Batista quiere que el puerto preste servicios a mineras y petroleras. El puerto se ubica cerca de los gigantes yacimientos submarinos “pre-salt” de Brasil, que muchos creen que convertirá al país en uno de los mayores productores mundiales de crudo en los próximos años.
“El petróleo está en frente nuestro. Éste será el parque industrial pre-salt”, sostuvo Batista.