Jane Fonda lleva el poder de las estrellas al debate sobre el tratado oceánico

Casi dos tercios de los océanos del mundo se consideran más allá de las jurisdicciones de los países, lo que significa que estos mares están abiertos para la explotación y el ataque ambiental. Durante años, los activistas se han visto obstaculizados en su impulso por un tratado global para proteger hasta el 99% del espacio oceánico no regulado.

Luego de que las negociaciones en la ONU se rompieran en agosto pasado, este lunes se volvió a reanudar la quinta ronda del Tratado de los Océanos de la ONU en Nueva York, y activistas como Greenpeace y Only One esperan que sea la última. 

Desesperados por asegurar una victoria esta vez, los ambientalistas han pedido ayuda a las estrellas de Hollywood. Hablando cerca de la ONU el lunes por la noche, la actriz Jane Fonda pidió a los países que dejen de lado la "codicia y la arrogancia" para finalizar un tratado. Las deliberaciones están programadas para las próximas dos semanas.

“Dejen de lado la política, la codicia y la inercia”, sostuvo la estrella de Hollywood. Además, Fonda le entregó 5,5 millones de firmas de 157 países que exigen un Tratado Global de los Océanos a Rena Lee, presidenta de las negociaciones de la ONU.

Mientras las empresas farmacéuticas y cosméticas exploran el potencial de nuevos compuestos derivados de la vida marina, uno de los mayores problemas que enfrentan los delegados es cómo dividir las ganancias.

Las empresas constructoras también se sienten atraídas por los organismos de las profundidades marinas que resisten la depredación, las presiones aplastantes y los extremos de calor y frío. Los países en desarrollo a menudo pierden el dinero en efectivo de la exploración en alta mar, y estas naciones están presionando para obtener una parte de las ganancias como parte de cualquier nuevo tratado.

La política global también es un problema. Después de que se rompieron las negociaciones de agosto, la UE culpó a China y Rusia por el estancamiento. Seis meses después y la situación geopolítica parece menos favorable.

Las apuestas son altas. La cumbre de biodiversidad COP15 de la ONU que se llevó a cabo en diciembre se comprometió a proteger al menos el 30% de la tierra, las aguas continentales, las áreas costeras y los océanos del mundo para 2030. Sin el tratado de los océanos, alcanzar ese objetivo para el año 2030 podría ser imposible, dijeron alguno de los negociadores el lunes.

"La importancia del tratado es que nos obligará a comportarnos correctamente y a salvar a este gran aliado que hemos llamado océano, el único océano en este planeta azul que puede salvarnos. Hay mucho en juego", afirmó Jane Fonda en su discurso.