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Intervención multilateral del yen sienta las bases para un regreso del carry trade


Los miles de millones de dólares en yenes vendidos por los bancos centrales más poderosos del mundo enviaron un fuerte mensaje a los inversionistas especulativos...

Por: Por Peter Garnham y Lindsay Whipp
 | Publicado: Lunes 28 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
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Los miles de millones de dólares en yenes vendidos por los bancos centrales más poderosos del mundo enviaron un fuerte mensaje a los inversionistas especulativos. Aquellos que se atrevan a apostar que la moneda nipona rondará de nuevo los 76,25 yenes por dólar, mejor que tengan bolsillos profundos.

De hecho, ahora que las naciones más ricas del mundo se han comprometido a respaldar a Tokio en sus esfuerzos para detener la apreciación del yen, algunos estrategas están anticipando un nuevo conjunto de patrones operacionales en los mercados cambiarios. El yen, dicen, podría retornar como moneda preferida para los inversionistas que hagan “carry trades”.

El carry trade, en el que el comprador de activos más riesgosos, de mayor rendimiento, se financia con la venta de monedas de menor rendimiento, es una inversión popular usada por inversionistas para sacar ventaja de mercados de activos en alza.

Antes de la crisis financiera, el yen se usaba mucho para financiar inversiones en una amplia gama de activos riesgosos como acciones, commodities, propiedades y monedas de alto rendimiento, como el dólar australiano. Esto hizo caer el yen a mínimos de varios años frente a varias monedas. 
Pero la oleada de desendeudamiento que siguió a la crisis de crédito vio una subida abrupta a medida que los precios de los activos caían. Los inversionistas abandonaron los carry trades financiados en la moneda nipona. El yen ha subido más de 30% frente al dólar desde el colapso de Lehman Brothers en 2008.

Todo eso, no obstante, podría cambiar si la creencia de que los bancos centrales han impuesto un techo sobre el yen gana tracción. Y un regreso del carry trade tendría el potencial de hacer subir los precios de activos riesgosos - acciones y commodities ya han seguido un camino alcista- aún más, dicen analistas.

“Hay otra ola de liquidez global en proceso, esta vez proveniente de Japón. Esta liquidez no se quedará en Japón e impulsará los precios de los activos en todo el mundo”, dice Hans Redeker de BNP Paribas.

El impacto de la intervención cambiaria, si se sostiene, podría tener un impacto similar a los preparativos de la Reserva Federal en 2010 para una segunda ronda de “relajamiento cuantitativo”, con alza de acciones y descenso del dólar.

Mansoor Mohiuddin de UBS dice que es probable que haya un regreso de los carry trades financiados en yenes a medida que bancos centrales fuera de Japón se preparan para endurecer la política monetaria mientras Tokio mantiene condiciones ultra-relajadas para lidiar con los efectos del terremoto de este mes y mantener el yen bajo control.

Los operadores citan una serie de factores que llevaron al alza de la semana pasada, entre ellos, las expectativas de que las instituciones niponas repatriarían fondos para la reconstrucción post terremoto e impulso especulativo a medida que los operadores sacaban ventaja del movimiento alcista forzaban compras de los inversionistas calzando apuestas contra el yen. “Si hubiera continuado, corría el riesgo de una desestabilización significativa en los cimientos financieros y económicos de Japón”, dice Camilla Sutton de Scotia Capital.

Sutton dice que el G7 intervino para debilitar el yen, no tanto porque el valor de la moneda japonesa hubiera llegado a extremos, sino porque el patrón de transacciones yen/dólar se desordenó y amenazaba la estabilidad económica y financiera global. La volatilidad amenazaba mucho más que la recuperación de la tercera mayor economía del mundo, señaló.

Por supuesto, cualquier evidencia de repatriación generalizada de yenes por instituciones japonesas puede desencadenar una nueva fortaleza del yen. Por ahora, no obstante, un retorno del carry trade sería una buena noticia en Tokio, mientras Japón intenta reconstruirse.

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