Futuro del videojuego Fifa en riesgo por batalla legal entre EA y el ente rector del fútbol mundial

Para millones de fanáticos, "Fifa" no es el nombre del organismo rector del fútbol mundial, sino el de su videojuego favorito.

La conexión se formó hace 30 años, cuando la californiana Electronic Arts (EA) obtuvo la licencia de denominación de la Fifa, organización radicada en Zúrich. Hoy presente en las pantallas de 100 millones de gamers a lo largo del mundo, se ha vuelto un negocio multimillonario y un fenómeno cultural.

Pese a la larga y lucrativa asociación, ambas partes están en una amarga disputa sobre el valor del nombre "Fifa". "No estamos seguros de que seguiremos adelante con Fifa como un socio de derechos de denominación", dijo a Financial Times el ejecutivo senior David Jackson, quien gestiona la rama de fútbol de EA.

Jackson dijo que "el nombre Fifa' vive en las mentes de muchos gamers jóvenes a lo largo del mundo", pero tiene "muchos, muchos jugadores... no vemos una razón de que eso vaya a cambiar en el futuro".

Para prepararse, la compañía registró el nombre "EA Sports F.C." en Europa y a fin de año planea tomar una decisión final sobre lo que llama su franquicia futbolística.

La batalla resalta las crecientes tensiones de quienes dentro del deporte buscan una mayor tajada del enorme éxito que ha tenido el videojuego.

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Ataque futbolístico

Mino Raiola, el súperagente que representa a los futbolistas como Zlatan Ibrahimovic y Paul Pogba, dijo que cientos de jugadores quieren demandar a EA por el uso de sus identidades en Fifa. En años recientes, Juventus se sustrajo del juego, junto a otros clubes italianos como la Roma y la Lazio. EA dijo que tiene derechos contractuales para incluir la imagen de todos los jugadores al día de hoy.

Gareth Sutcliffe, de Enders Analysis, dijo que "la economía del juego es fantástica", pero aseguró que EA deberá elegir las batallas que vale la pena luchar con los organismos deportivos. "No quieres estar en una posición donde de repente empiezas a deshacer acuerdos" de denominación, dijo.

Los dueños de las consolas pagan hasta US$ 70 para comprar cada versión anual de Fifa, aunque también hay versiones gratuitas de celular. A fines de septiembre, tuvo 36 millones de "derechos" únicos, es decir, personas que se registraron en Fifa 21, la versión lanzada en octubre del año pasado. Esto se compara con 35,3 millones para Fifa 20, en septiembre de 2019.

EA dijo que 27% de los jugadores de Fifa 21 ha hecho compras in-game, con plataformas como el "Ultimate Team", donde los jugadores gastan dinero para mejorar sus equipos para competir en línea contra otros. Los analistas estiman que Ultimate Team le aporta a EA cerca de US$ 1.500 millones al año.

Fifa ha intentado aprovechar esto para demandar un significativo incremento a los cerca de US$ 150 millones que recibe de EA cada año, de acuerdo a personas familiarizadas con las negociaciones, luego de que expire el contrato de denominación a diez años de la compañía, al final de la Copa Mundial de 2022 en Qatar.

El primer signo de la disputa fue una carta abierta publicada el mes pasado por Cam Weber, el presidente ejecutivo y administrador general de EA Sports, quien afirmó haber estado "explorando" un cambio de nombre.

Jackson, el administrador de la marca, dijo que la provocativa declaración de Weber buscaba mostrar que "el futuro está en nuestras manos".

La compañía de videojuegos y Fifa tuvieron más reuniones en Zúrich la semana pasada, de acuerdo a fuentes cercanas, y un renovado acuerdo de denominación sigue siendo una posibilidad.

Dudas al respecto

Pero persisten los puntos de fricción. La Fifa preferiría dar una exclusividad acotada en lo que a su nombre se refiere, más que nada en relación a la venta del videojuego. EA quiere derechos más amplios en torno a la franquicia, como vender acontecimientos notables en forma de NFTs (un tipo de activo digital) y celebrar torneos de e-sports.

EA se molestó al no ser consultada sobre asuntos como la idea de lanzar una Copa Mundial masculina bienal, un proyecto liderado por el presidente de la Fifa Gianni Infantino, que está designado para asegurar un mayor ingreso a su organización.

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Investigaciones internas también llevaron a los ejecutivos de EA a determinar que la compañía podría estar mejor sin Fifa. Ya tiene 300 acuerdos de licencias de denominación para asegurar que los mayores equipos, jugadores y ligas se queden dentro del juego en los años venideros.

Esto incluye tratos con la Uefa, el órgano rector europeo del fútbol que maneja la Champions League, varias de las mayores ligas de fútbol a lo largo del mundo y Fifpro, el sindicato de jugadores que posee los derechos de cientos de los mejores deportistas.

Frente a la posibilidad de perder su mayor contrato comercial fuera de la Copa Mundial masculina, la Fifa manifestó "optimismo y entusiasmo acerca del futuro de los videojuegos y el e-sports de fútbol, y que claramente esto necesita ser un espacio utilizado por más que una sola parte controladora de todos los derechos".

Para EA, cortar los lazos es un riesgo. Fifa ayudó a convertirlo de un pequeño editor de videojuegos a una empresa del Fortune 500 con un valor de mercado cercano a los US$ 39 mil millones. La firma no divide sus ingresos directamente asociados a Fifa, pero en su reporte anual dijo que el videojuego es "clave en nuestros negocios y seguirá siéndolo". Ha gastado miles de millones de dólares desarrollándolo, con 1.500 empleados dedicados a ello.

Estados Unidos –que durante décadas ha probado ser resistente a los encantos del fútbol– es el segundo mayor mercado de Fifa después de Reino Unido.

Autoconfianza

Los ejecutivos de EA calcularon que la compañía puede seguir adelante sin algunos acuerdos con importantes grupos futbolísticos, creyendo poco probable que la mayor parte de los gamers abandonen la franquicia.

La empresa quiere invertir luego en "captura volumétrica", un sistema que puede tomar cientos de horas de metraje de partidos pasados para crear más acción realista. El objetivo es replicar el dribling de la estrella brasileña Pelé, o la manera de patear los tiros libres del astro británico David Beckham. Sin embargo, esta tecnología requerirá una nueva y costosa tanda de licencias.

"No somos ingenuos, las cosas pueden cambiar", dijo Jackson. "Pero no vemos que pueda haber mayor riesgo, en tanto sigamos ajustándonos a las expectativas de los gamers, en términos del valor de entretenimiento que ellos reciben de los productos que creamos".