Con la temporada de entrega de resultados preliminares terminando, ¿qué nos dicen las ganancias en el primer semestre respecto de las perspectivas para el resto del año?
Primero la mala noticia: según lo que han visto los analistas del período enero-junio, se están volviendo más pesimistas acerca de las perspectivas para el segundo semestre.
Las 84 empresas en el índice MSCI China calificadas por los analistas que han informado resultados parciales vieron recortadas sus proyecciones de crecimiento de ganancias para todo el año en 0,7 punto porcentual en promedio, escribió esta semana Minggao Shen, analista de Citigroup.
Ahora se espera que estas empresas vean un crecimiento de las utilidades de 14,7% en 2011, en lugar del avance de 15,4% que proyectaban los analistas en julio.
Eso no suena como una gran rebaja hasta que uno considera las buenas noticias: esas empresas tuvieron un crecimiento promedio de las ganancias de 23% en el primer semestre, según Shen.
Como resultado, las últimas estimaciones revisadas implican un frenazo considerable, probablemente a una expansión de un solo dígito en las ganancias promedio en el segundo semestre.
La inflación persistente sigue presionando los márgenes en la mayoría de los sectores en China. En tanto, es improbable que las empresas pequeñas y medianas que sienten un apretón de liquidez reciban alivio de Beijing, al que los analistas ven manteniendo un ritmo monetario ajustado.
Los precios de los activos en China, incluyendo las acciones, están estrechamente ligados a las tendencias de liquidez, que en general se reflejan en la tasa de inflación. En los últimos meses, los inversionistas en empresas chinas han incorporado a precios las medidas de Beijing para controlar la liquidez, pero la inflación aún no ha respondido.
Al mismo tiempo, la expansión en mercados externos clave, como Estados Unidos y Europa, sigue blanda en el mejor de los casos, lo que hace difícil para los productores en China traspasar los mayores costos.
“La desaceleración económica parece haberse convertido en algo más sostenido y tal vez hasta más siniestro”, escribió la semana pasada Paul Dales, el economista senior para EEUU de Capital Economics. “Es probable que se evite otra recesión, pero la economía seguirá débil por al menos los próximos 18 meses y tal vez mucho más”.
En particular, los desarrolladores inmobiliarios se encuentran atrapados por la liquidez ajustada y las medidas del gobierno para limitar los precios desatados de los bienes raíces, lo que aumenta la presión sobre ellos para que bajen los precios a medida que llegan con más proyectos al mercado en el segundo semestre.
Los bancos chinos, en tanto, anotaron ganancias sólidas en el primer semestre, pero persisten los temores por su exposición a los préstamos a gobiernos locales y obligaciones fuera de balance.