Los fabricantes de superyates que cuestan decenas de millones de dólares están buscando con urgencia nuevos clientes en los mercados emergentes para compensar las pérdidas de usuarios en la aproblemada Europa, según fabricantes y concesionarias en la Feria de Yates de Mónaco. “Aquí todos esperan que los chinos pronto ingresen a la navegación a vela”, afirmó Jamie Edmiston, director de la concesionaria Edmiston. “Hay un poco de interés. Hay uno o dos propietarios chinos, pero aún no ha despegado realmente”.
Los superyates – barcos de placer de más de 30 metros de largo – se han recuperado más lentamente que otros sectores del mercado de bienes de lujo de la turbulencia financiera que siguió al colapso de Lehman Brothers en 2008.
Henk de Vries, director del fabricante holandés de yates de lujo Feadship, destacó el fuerte contraste entre los años del boom de hace cinco años y las dificultades actuales. “El mercado se estropeó totalmente entre 2006 y 2008, y luego se desplomó”, aseguró. “Todos están mirando a China. Estamos activamente persiguiendo eso. También estamos buscando América del Sur”.
Las concesionarias y manufactureros admiten que encontrar nuevos clientes de las economías emergentes BRIC -Brasil, Rusia, India y China- tomará tiempo. Ellos reconocen que la demanda para una gran mayoría de productos de nicho para millonarios probablemente se mantendrá débil a medida que el pesimismo financiero se profundiza en Europa.
El número de superyates ordenados y bajo construcción ha caído desde un peak de 587 en enero de 2009 a 402 a principios de mes, según Superyacht Group. Italia, EEUU, Holanda, Turquía y Reino Unido son los principales fabricantes.
Miembros de Superyacht UK, una asociación de proveedores, dicen que su facturación subió a 450 millones de euros (US$ 695 millones) en el año hasta fines de mayo, 6,6% más que el año anterior. Pero Rob Stevens, director ejecutivo de la Federación Marina Británica, dice que la industria aún no se ha recuperado: “La perspectiva para muchas compañías aún es difícil”.
Una de las señales del traspaso a los mercados emergentes fue el joint venture acordado el mes pasado entre First Easter, el grupo de inversión de Hong Kong, y Camper & Nicholsons Marina Investments (CNMI), para desarrollar puertos deportivos de lujo en China.