Por ser una zona libre de impuestos, Manaos produce el 90% de las motos de Brasil, la mayoría de sus bicicletas, un tercio de sus relojes y gran parte de sus televisores de pantalla plana y otros productos electrónicos.
Sin embargo, ahora lucha por ganarse uno de los mayores proyectos tecnológicos de Brasil: un plan de US$ 12.000 millones para producir los iPads de Apple.
Otros estados más poderosos, sobre todo Sao Paulo, el más rico e industrializado del país, intentan obtener el proyecto ofreciendo también ventajas arancelarias, algo que Manaos califica de ilegal según la Constitución.
Fue la dictadura militar, en su afán de poblar el Amazonas, la que otorgó la exención impositiva a Manaos, que permite fabricar allí productos electrónicos a un costo un 35% más barato que en el resto del país, según Ernst & Young.
Las exenciones en Manaos son especialmente atractivas dado el tortuoso sistema impositivo de Brasil, número 152 en un ranking del Banco Mundial por su rigidez, que puede sumar un 60% a los costos de bienes minoristas en el país.
Sin embargo, ahora la ciudad es víctima de la “guerra de impuestos” en Brasil, en la cual los estados compiten para atraer fabricantes al ofrecer incentivos financieros. Técnicamente, estos primero deben ser aprobados por los otros estados, pero en la práctica no es así por lo cual hay una avalancha de litigios y creciente confusión entre los inversionistas.
Manaos actualmente demanda a Sao Paulo por su oferta de ventajas impositivas para atraer a la taiwanesa Foxconn, la fabricante del iPad de Apple, un proyecto que según el gobierno creará 100.000 empleos.
Los tribunales aún deben decidir al respecto. Sin embargo, los industriales en Manaos están en vilo. Saben que su existencia depende de lo bien que puedan defender su propio sistema de incentivos.