Por richard mcgregor
Las acusaciones de abuso sexual contra Herman Cain, nuevo favorito entre los candidatos presidenciales republicanos para los comicios de 2012, han reimpulsado la búsqueda del partido por un postulante para recuperar la presidencia para los conservadores.
Sin embargo, al interior de la Casa Blanca, el escándalo sólo ha fortalecido el convencimiento de los asesores de Barack Obama de que el presidente enfrentará a Mitt Romney, el ex gobernador de Massachusetts, como candidato republicano en los comicios del próximo año.
El escándalo en el bando republicano fue paralelo a un aumento de la popularidad de Obama, luego de varias semanas en que el presidente ha viajado por el país para atacar el obstruccionismo en el Congreso y retratar a los conservadores como servidores de los ricos.
Aunque los republicanos han calificado en público la campaña de Obama de “lucha de clases”, importantes miembros del Congreso reconocen en privado que está teniendo un impacto entre votantes enojados de la clase media.
“Los republicanos en Washington han perdido el contacto con los votantes republicanos”, dijo Obama ayer, al lanzar su última iniciativa para revitalizar el mercado laboral.
Durante las últimas dos semanas, Cain se convirtió en el más reciente republicano en superar momentáneamente a Romney, cuya campaña mayormente impecable no ha logrado convencer a su partido de que es un verdadero conservador.
En un sondeo de la Universidad de Quinnipiac, hecha un día antes de estallar el escándalo, el ex jefe de Godfather’s Pizza superaba a Romney por 47% contra 39% en una primaria entre los candidatos republicanos. También encabezaba una encuesta de todos los postulantes conservadores.
“Político”, una publicación de Washington, reveló las acusaciones de dos mujeres que trabajaron con Cain cuando encabezaba la National Restaurant Association en la capital en los años 90.
Ambas recibieron compensaciones financieras, equivalentes a un año de salario en cada caso, y abandonaron la asociación luego de firmar un acuerdo de confidencialidad tras las acusaciones contra Cain.
Este último negó haber acosado sexualmente a nadie, pero realizó declaraciones contradictorias. Primero señaló no saber nada de las acusaciones y luego recordó los acuerdos suscritos.
El miércoles culpó por el escándalo a los grupos que intentan destruirlo a él y a su campaña.
“Aquí hay una fuerza que es mucho más grande que aquellos que intentan destruirme, destruir esta campaña y este viaje hacia la Casa Blanca”, aseguró. “Y esa fuerza se llama la voz del pueblo”.
Visión de los conservadores
Los conservadores están divididos sobre el escándalo. Algunos, sin referirse a las acusaciones, afirman que buscan destruir a un exitoso conservador negro. Otros, como Haley Barbour, gobernador de Mississippi, pidieron a Cain a explicar las circunstancias de las acusaciones.
Si las acusaciones afectan la posición de Cain entre los conservadores -lo que aún no está claro- la disputa podría favorecer ampliamente a Romney.
La pérdida o disminución sustancial del apoyo a Cain entre los votantes más conservadores en las primarias republicanas para la nominación del partido en Iowa y Carolina del Sur, ambas en enero, podrían catapultar a Romney.
Tiene buenas posibilidades en New Hampshire y Florida, los otros dos estados de las primarias. En combinación con otros resultados mejores a lo esperado en otros estados podría ganar un fuerte impulso en enero.
Obama, en tanto, deberá esforzarse por mantener su impulso las próximas semanas, debido a un intenso calendario internacional, con viajes a Europa por la cumbre del G20 y a Asia y Australia por citas regionales.