El texano sin pelos en la lengua que está apuntando a la Casa Blanca
En 1992, un joven comisario agrícola de Texas llamado Rick Perry...
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Por Stephanie Kirchgaessner y Richard McGregor
En 1992, un joven comisario agrícola de Texas llamado Rick Perry, entendió el valor de tener a George W. Bush, una estrella en ascenso en el estado, como mentor político y amigo. Los dos asistían a la misma iglesia, sus hijos fueron a los mismos colegios y Bush y su asesor cercano, Karl Rove, fueron fundamentales en ayudar a Perry a avanzar en su carrera política.
Hoy, casi 20 años después, Perry, quien se ha convertido en el gobernador con más tiempo en el cargo de Texas, está tratando de salir de la sobra impopular del ex presidente tan rápido como está intentando reemplazar a un vulnerable Barack Obama en la Casa Blanca.
Con un aire arrogante de Texas, que podría resultar incómodamente familiar a muchos votantes estadounidenses, se espera que Perry, ex ranchero y piloto de la Fuerza Aérea de EEUU, declare sus ambiciones presidenciales, marcando el debut de un candidato que tiene lo necesario para ganarse la línea dura de los republicanos del Tea Party y un historial en lo económico que haría temblar a Obama, a medida que su posición decae contra un trasfondo de alto desempleo y atascamiento en Washington.
Pero él debe responder dos preguntas críticas: ¿está la nación -y de hecho el Partido Republicano- lista para ser dirigida por otro cristiano de Texas? Además, pese al hambre de la derecha por un campeón, ¿no será demasiado frontal para la nación? No es que él sienta que tiene algo que esconder. Escribió recientemente en su libro Fed Up! que es el tipo de hombre que a la gente le gusta elegir. “Tú conoces el tipo... el tipo de hombre que le gusta correr en la mañana, equipar una Ruger .380 con visor láser y balas expansivas y que le dispara a un coyote que amenaza al perro de su hija”.
Aunque la gente que lo conoce lo describe de la manera afable en que alguna vez Bush fue descrito -un hombre franco y tranquilo consigo mismo- es conocido por su lado combativo. Su fe también es una parte importante de su CV.
Desde que se hizo gobernador a fines de 2009, Texas ha aumentado los empleos en más de 1 millón. El estado en general tiene un tercio de los nuevos trabajos creados desde fines de la recesión, en junio de 2009. Perry ha calificado el clima pro-negocios que asegura haber creado -bajos impuestos, regulación limitada y una barrera más alta de litigación-, como los motores del crecimiento.
De muchas maneras, la fuerte defensa de Perry a sus políticas económicas y recortes, marcan la diferencia con Bush y explican por qué el ex presidente es más ideológico. Bush ganó la elección de 2000 como un “conservador compasivo” que tenía un registro de colaborar con los demócratas y también sedujo a la población latina.
“Creo que Perry se reiría del término compasivo y lo tacharía con su lápiz rojo”, dijo el estratega demócrata de Texas, Harold Cook.