El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó las "claras violaciones del derecho internacional" en Gaza, mientras Estados Unidos aumentaba la presión sobre el gobierno israelí para que detuviera sus bombardeos sobre el enclave costero asediado y permitiera la entrada de más ayuda.
En sus declaraciones más duras hasta la fecha sobre el desarrollo de la guerra en la Franja de Gaza, Guterres dijo el martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la seguridad de los civiles era primordial.
"Proteger a los civiles nunca puede significar utilizarlos como escudos humanos", declaró el secretario general, y añadió que "no significa ordenar a más de un millón de personas que evacúen el sur, donde no hay refugio, alimentos, agua, medicinas ni combustible, y luego seguir bombardeando el sur".
Guterres dijo también que el ataque mortal del grupo militante palestino Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre "no se produjo en el vacío".
"El pueblo palestino ha estado sometido a 56 años de ocupación asfixiante", añadió, aunque dijo que sus quejas no podían justificar los "atroces ataques".
Sus declaraciones provocaron una airada respuesta de Israel. El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, calificó los comentarios de Guterres de "escandalosos" y le pidió que dimitiera, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, canceló una reunión con el Secretario General en señal de protesta.
En su intervención ante el Consejo de Seguridad, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, culpó a Hamás de utilizar a civiles como escudos humanos, pero también pidió "pausas humanitarias" en los ataques aéreos israelíes contra objetivos en Gaza para permitir que los civiles salgan de peligro.
También se espera que los líderes de la UE pidan esta semana una pausa en las hostilidades para permitir la entrada de más agua, alimentos y medicinas en Gaza y dar más tiempo a las negociaciones mediadas por Qatar para conseguir la liberación de los rehenes.
Desastre humanitario
Funcionarios de la ONU han advertido de que se está produciendo un desastre humanitario catastrófico en Gaza mientras Israel bombardea el enclave y corta el suministro de agua, combustible y electricidad.
Sólo cuatro pequeños envíos de ayuda han cruzado la frontera de Gaza desde Egipto desde que las fuerzas israelíes impusieron el asedio a la franja. El último, ocho camiones con agua, alimentos y medicinas, llegó a Gaza el martes por la noche, según la Media Luna Roja Palestina.
Israel está bloqueando la entrada de ayuda en la escala necesaria para aliviar la crisis humanitaria de Gaza hasta que se pueda poner en marcha un mecanismo de inspecciones que garantice que no entran armas ni combustible en el enclave desde Egipto, afirmaron tres altos funcionarios de la ONU.
Funcionarios palestinos afirmaron que otras 700 personas habían muerto en Gaza en las últimas 24 horas, el mayor número de víctimas mortales diarias desde que comenzó la guerra.
En declaraciones a los soldados a última hora del martes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró: "Ayer, en nuestros ataques en Gaza, asestamos al enemigo el golpe más duro que ha recibido en un solo día".
Al menos 5.791 personas han muerto en Gaza, según las autoridades sanitarias palestinas, desde que Israel comenzó sus bombardeos sobre la franja en represalia por el ataque de Hamás, en el que murieron al menos 1.400 civiles y soldados, según las autoridades israelíes.
En una visita a Jerusalén que pretendía ser una expresión de solidaridad con Israel, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la liberación de todos los rehenes secuestrados por Hamás debe ser el "primer objetivo" de Israel y sus aliados.
Macron añadió que era "nuestro deber" luchar contra los grupos terroristas, diciendo: "La lucha debe ser sin piedad - pero no sin reglas".
También pareció aconsejar a Israel en contra de lanzar una invasión terrestre a gran escala de Gaza para erradicar a Hamás, diciendo: "Organizar operaciones selectivas es una necesidad".
Un funcionario del palacio del Elíseo dijo que Francia creía que una invasión terrestre de la franja sería "difícil de llevar a cabo" respetando las reglas de la guerra.
Macron pidió una coalición internacional contra Hamás como la que combatió al Isis en Siria e Irak.
Seguridad de la región
El gobernante de Qatar advirtió el martes a la comunidad internacional de que no dé "luz verde incondicional" a Israel en su guerra contra Hamás, advirtiendo de que el conflicto "amenaza la seguridad de la región y del mundo".
El jeque Tamim bin Hamad Al-Thani declaró que no podía "permanecer callado ante el bárbaro bombardeo sin precedentes contra la población civil de la Franja de Gaza".
Hamás liberó el lunes a otros dos rehenes de los más de 200 que secuestró en el sur de Israel en su asalto, alegando "razones humanitarias de peso".
Yocheved Lifshitz, una de las dos ancianas liberadas por Hamás, relató el martes su terrible experiencia: "Pasamos por un infierno".
Lifshitz también criticó al gobierno de Netanyahu y al ejército, quejándose de que se omitieran advertencias antes del ataque. "Fuimos el chivo expiatorio del gobierno", afirmó.
El ejército israelí ha intensificado sus ataques aéreos en Gaza en los últimos días, atacando otros 400 objetivos durante la noche que describió como puntos de apoyo para ataques con cohetes y un túnel que conducía al mar Mediterráneo.
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron el martes que habían frustrado un intento de Hamás de atacar el país desde el mar utilizando buzos.
Las autoridades israelíes han indicado que su inminente ofensiva terrestre sigue el calendario previsto. "Estamos ante la próxima etapa", dijo Netanyahu. "Está llegando".
Pero el éxito de las negociaciones a puerta cerrada sobre los rehenes dirigidas por Qatar, con ayuda de Egipto y facilitadas por la Cruz Roja, ha complicado las esperanzas de Israel de llevar a cabo una gran y rápida operación terrestre para desmantelar a Hamás.
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