Por Alan Beattie en Washington
Un pequeño grupo de gobiernos incluyendo a EEUU y la Unión Europea están explorando la posibilidad de un acuerdo entre ellos sobre el comercio de servicios, un signo de desesperación en medio del estancamiento de las conversaciones de comercio mundial.
El llamado acuerdo de servicios “plurilateral” probablemente incluirá sólo a un puñado de gobiernos, todos de países ricos.
Aunque el acuerdo podría ser finalizado bajo la tutela de la Organización Mundial de Comercio, marcará una retirada del principio de Nacion más Favorecida, bajo el cual los gobiernos miembro deben ofrecer los mismos beneficios a todas las partes. Aunque será libre para cualquier país unirse, es probable que la mayor parte de los países en desarrollo sean muy protectores de sus industrias de servicio locales para abrirse a la competencia internacional.
Los ministros de comercio que se reúnen esta semana en la OMC en Ginebra para su reunión bianual han aceptado que las conversaciones de la ronda Doha de comercio multilateral, que comenzaron en 2001, se han estancado. Aparte de recibir a Rusia en la OMC, la última gran economía que está fuera de la organización, la reunión se enfocará en las nuevas formas de liberalizar el comercio.
Un borrador de propuesta para las negociaciones de servicios, visto por FT, sugiere “una opción de vía rápida para la liberalización de aquellos preparados para moverse rápidamente” y menciona a los servicios financieros, encomiendas, servicios profesionales y acuerdos para ejecutivos senior y trabajadores calificados para que hagan visitas temporales a los países de cada uno.
EEUU y la UE no quisieron comentar sobre el tema. Chris Wenk, director senior de política internacional en la Cámara de Comercio de EEUU dijo: “Siempre hemos sido fuertes partidiarios de Doha, pero está claro que no está funcionando y se necesitan otras cosas sobre la mesa. Necesitamos ser creativos y explorar opciones como los servicios plurilaterales para que la OMC pueda ser relevante nuevamente”.
La movida llega mientras los países empujan por profundizar y ampliar el “acuerdo de adquisición gubernamental” (GPA en inglés), un pacto plurilateral bajo el amparo de la OMC cuyos 15 miembros han solicitado abrir los contratos financiados públicamente para ofertar por compañías de cada uno. China hizo su último ofrecimiento para unirse al GPA la semana pasada después de las presiones de EEUU y otros gobiernos para liberalizar su mercado público de adquisiciones. Washington ha rechazado otros ofrecimientos chinos para unirse, diciendo que fallaron en incluir suficientes empresas estatales y locales y entidades de los gobiernos regionales. EEUU dijo que aún no tenía una opinión sobre la nueva propuesta china.
Los miembros existentes del GPA están en conversaciones para actualizar el acuerdo durante el final de la reunión ministerial. En particular, la UE está presionando a Japón para abrir más de su gasto público en el sistema de ferrocarriles a licitadores internacionales. Nicholas Niggli, el diplomático suizo que preside las conversaciones del GPA, dijo que alcanzar un acuerdo esta semana enviaría un positivo mensaje.
El equipo de la OMC ha estimado que actualizar el acuerdo de adquisiciones podría añadir US$ 100 mil millones a la economía mundial, menos de 0,2% del PIB mundial pero más de la mitad de las ganancias estimadas por la ronda Doha entera, que prevé acuerdos sobre bienes, servicios y agricultura.