Por K. Hope, en Atenas, P. Spiegel, en Bruselas y A. Beattie en Washington
El nuevo paquete de rescate de Grecia podría retrasarse, después de que las conversaciones sobre un “recorte” voluntario para los tenedor de bonos del sector privado terminaran sin un acuerdo ayer, según personas involucradas en las discusiones.
Tanto las negociaciones de deuda y la implementación de medidas estructurales acordadas con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, están con más de un mes de retraso, pese a los esfuerzos de Lucas Papademos, el nuevo premier griego, para acelerar el calendario de reformas.
Los detalles de un trato acordado en octubre, en el que los tenedores de bonos aceptaron un recorte de 50% del valor nominal de sus bonos, deben ser cerrados antes de que el primer tramo de 80.000 millones de euros de nuevo financiamiento pueda ser desembolsado, dijo un oficial griego.
“Esperábamos terminar con los bonos en diciembre, ahora parece que será febrero”, dijo la fuente.
Pese a las indicaciones de que los negociadores del gobierno estaban listos para posponer las conversaciones hasta después de las vacaciones, Charles Dallara, jefe del consorcio de instituciones financieras que negocian con el gobierno griego, dijo que los tenedores de bonos esperaban retomar la discusión pronto. Los negociadores dijeron que las conversaciones podría volver a comenzar a partir del jueves, en París.
Dallara dijo que había tres conflictos pendientes, incluyendo si acaso los prestamistas gubernamentales de Grecia sería tratados de la misma manera que los tenedores de deuda privados. Los inversionistas privados creen que poner a los prestamistas de rescate gubernamental al mismo nivel los protegerá en el futuro, ya que disminuye las posibilidades de que sufran otro corte en sus pagos más adelante.
En suma, los tenedores de bonos privados están insistiendo en que los nuevos bonos emitidos para ellos como parte del recorte, sean dirigidos por Reino Unido en vez de la ley de Grecia, una medida que podría impedir al gobierno heleno cortar unilateralmente sus pagos en el futuro. Los dos lados también están todavía negociando las tasas de interés para los nuevos bonos.
El tiempo para un trato se ha vuelto parte de la estrategia negociadora para ambos lados, con alguno negociadores de la eurozona que creen que si retrasan las conversaciones hasta estar cerca de la fecha de repago de un gran bono en marzo, su amenaza de un default involuntario parecerá más real, fortaleciendo su posición.
Algunos tenedores de bonos están pidiendo delinear un trato que sea acordado antes de Navidad, ya que buscan ponerle presión a los gobiernos de la eurozona. Una persona involucrada en las negociaciones dijo que la discusión de un retraso hasta febrero era peligrosa, dado el tiempo necesario para poner en orden los documentos y llevar a cabo una transacción pública.
“Si eso es verdad sobre febrero, estamos dirigidos a un mal final. Los mercados necesitan la confirmación de un acuerdo a inicios de enero”, aseguró la persona, señalando otra visita a Atenas de oficiales de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.