Por Joshua Chaffin en Bruselas
La Comisión Europea presentó un plan para usar bonos europeos conjuntos que ayuden a dar comienzo a proyectos de infraestructura.
José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, anunció el plan el miércoles y anticipó que la Unión Europea (UE) podría usar 230 millones de euros (US$ 317 millones) de su propio presupuesto para ayudar a movilizar unos 4.600 millones de euros en inversiones privadas para proyectos europeos de infraestructura, incluidos caminos, vías férreas, gasoductos y redes de banda ancha, en los próximos dos años.
La Comisión considera que los bonos son una forma de suministrar fondos a proyectos de infraestructura que ya no pueden obtener préstamos bancarios o acceder por sí mismos a los mercados de capitales.
Aunque los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) han mostrado comprensión por iniciativas similares debido a la difícil situación económica, se han opuesto a la idea de usar el presupuesto de la UE para recolectar fondos de
infraestructura, incluida una propuesta de 1993 presentada por el entonces presidente de la Comisión Jacques Delors para lanzar los así llamados “bonos Delors”.
Barroso cree que los países se mostrarán más dispuestos esta vez debido a la crisis de la deuda soberana, que ha reducido enormemente los préstamos bancarios en el continente. La Comisión también ha restringido los bonos para que sean usados sólo en determinados proyectos de infraestructura.
En un diálogo con la prensa en Bruselas, Barroso destacó que los bonos se diferencian de una idea aún más ambiciosa que actualmente discuten los 17 gobiernos de la eurozona, quienes están centrando sus esfuerzos para juntar fondos en la emisión de eurobonos conjuntos.
Los proyectos de bonos representan uno de los elementos más innovadores de un “fondo de conectividad” de 50.000 millones de euros que la Comisión ha sugerido para el presupuesto de la UE de los próximos siete años con el fin de ayudar a mejorar las conexiones en la infraestructura europea. El fondo incluye 31.700 millones de euros para proyectos de transporte, 9.100 millones de euros para energía, incluidos gasoductos, y 9.200 millones de euros para mejorar la conexión a Internet.
“Estamos terminando con los eslabones que faltan en la infraestructura europeo”, dijo Barroso, que resaltó el potencial de creación de empleos del plan.
El fondo no comenzaría a funcionar hasta 2014, cuando comience el próximo período presupuestario de la UE. En el intertanto podría sufrir duros cambios a manos de los 27 países de la UE y el Parlamento Europeo.
Barroso propuso un plan piloto de dos años para probar la viabilidad de los bonos de proyectos que comenzaría el año próximo para entre cinco y diez proyectos. Para su inclusión los proyectos de infraestructura tendrán que generar sus propios ingresos, tales como peajes de autopista.