La oficina del Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing advirtió al consulado de Estados Unidos que se encuentra en la ciudad que deje de entrometerse en los asuntos de Hong Kong.
La acusación sigue a una reciente revelación del sitio web WikiLeaks sobre cerca de 1.000 cables sin editar de EEUU que se referían a Hong Kong.
Una vocero de la oficina dijo que los cables mostraron que el consulado de EEUU estaba interfiriendo en el desarrollo constitucional de la ciudad al sostener reuniones frecuentes con personas seleccionadas y conduciendo “intercambios de opiniones”, según un reporte de China News Service.
El vocero acusó a EEUU de infringir la Convención de Viena sobre relaciones consulares. “Tenemos razones para estar preocupados y molestos por esto y pedimos que EEUU deje de entrometerse, dijo.
WikiLeaks liberó 960 cables diplomáticos del consulado de EEUU en Hong Kong a fines del mes pasado. Cubrían varios temas, como discusiones sobre quién debería ser director ejecutivo del Consejo, el desarrollo diplomático de la ciudad, sus mercados financieros, cómo manejan los desechos y el suministro de agua, y cómo sectores de la educación universitaria ven libertad académica en China.
Planes políticos al descubierto
Los cables revelaron el plan de Leung Chun-ying, el coordinador ejecutivo del Consejo, para postularse en 2009 como director ejecutivo frente al peso pesado de la política Allen Lee Peng-fei. Otros cables también revelaron que James To Kun-sun, del Partido Democrático, había discutido una presunta infiltración del partido en 2007, y que el empresario y ex parlamentario Albert Cheng King-hon había calificado al secretario jefe, Henry Tang Ying-yen, como un “incompetente”. To, quien también fue mencionado en los cables, describió la reacción como “paranoica”.
“Hay al menos ocho consulados extranjeros en Hong Kong haciendo lo mismo”, comentó To, quien es presidente del panel de seguridad del Consejo Legislativo. “El entender la situación económica y política de un lugar es una función básica de un consulado”.
Johnny Lau Yui-siu, un observador chino veterano, dijo que era raro que la oficina local hablara sobre el tema. “¿Por qué fue la oficina del Ministerio de Hong Kong la que reaccionó, pero no el Ministerio mismo?”, dijo Lau. “La oficina ha mantenido un perfil bajo”.