Por Roger Blitz y James Allen
“Si me voy, o más bien, cuando me haya ido, alguien surgirá. Tenemos un grupo bueno que podría manejar las cosas sin problemas”, le dijo Bernie Ecclestone, jefe supremo de la Fórmula 1 al Financial Times antes del Gran Premio del Reino Unido que se disputó en Silverstone el fin de semana.
El futuro de Ecclestone, que tiene 81 años, y el tema de su sucesión son los temas de los que más se habla en el mundo de la F1. Entre carreras, se discute la posible venta de la F1 por parte de sus dueños, el grupo inversionista CVC Capital Partners. Pero cualquier venta depende, en parte, de la permanencia en el puesto de Ecclestone quien, a lo largo de los años, se ocupó de negociar los acuerdos por los derechos de televisión y con las escuderías, además de firmar los contratos con los proveedores. “Es una de esas cosas, la F1 y yo crecimos juntos”, dice Ecclestone.
CVC compró la F1 hace más de cinco años por US$ 1.700 millones, de modo que no es sorprendente que considere una estrategia de salida. News Corp, el imperio mediático de Rupert Murdoch, que en este momento tiene entre manos el escándalo por las escuchas ilegales y el cierre del News of the World, ha manifestado un interés por comprar la F1 que aparentemente no ha disminuido.
El mes pasado, CVC reveló que James Murdoch, el presunto heredero del imperio News Corp, hizo un contacto con respecto a la posible compra de la F1, aunque integrando un amplio consorcio. ¿Pero puede CVC vender el negocio sin tener a Ecclestone al timón?
El propio Ecclestone, que coincide con los que lo describen como un “dictador benevolente”, comentó: “Antes controlaba más que ahora, dejé ir un poco las cosas, y para algunos nos hemos vuelto demasiado democráticos. Pero pienso que si yo no estuviera, haría falta alguien que manejara las cosas un poco como las manejo yo”.
El tema de su sucesión no es importante sólo por su edad, sino porque, en Alemania, los fiscales que están investigando un supuesto soborno por US$ 50 millones que se le habría pagado a Gerhard Gribkowsky, el banquero que facilitó la venta de F1 a CVC en 2005, anunciarían en las próximas semana los cargos, si deciden presentarlos.
En todo el mundo de la F1, escuderías, reguladores y tenedores de derechos esperan el resultado de la investigación alemana, porque saben que hasta que no haya claridad en ese tema no pueden decidirse cuestiones que influirán en este deporte en el mediano y largo plazo.
El largo camino para recuperar el circuito de Silverstone
El circuito es propiedad del British Racing Drivers Club, uno de cuyos miembros dijo una vez que Ecclestone era un “vendedor de autos usados”.
El gran jefe de la F1 nunca olvidó el desprecio y utilizó cada oportunidad para desmerecer el autódromo, diciendo que le daba vergüenza que los promotores del exterior lo visitaran porque no cumplía con los estándares de la F1.
Todo esto cambió gracias a una inversión de US$ 64 millones entre el BRDC y sus banqueros destinada a mejorar el circuito y construir modernas instalaciones con las que Silverstone ahora pueda competir con cualquier otro circuito de F1.
También hay un plan para desarrollar hoteles en el terreno —ya tienen permiso de construcción para 400 habitaciones— como parte de un esfuerzo por incrementar el número de eventos que puedan tener lugar en el circuito.
Ecclestone está muy feliz con estos progresos, pero no deja de decir que podrían haberse concretado antes: “Nunca hacían lo que nosotros queríamos. Pero ahora han hecho un muy, muy buen trabajo. Estoy encantado”.