Por D. McCrum, H. Thomas y T. Demos
Warren Buffett, el multimillonario inversionista tras Berkshire Hathaway, de nuevo intervino para bendecir a una compañía financiera en problemas, ofreciendo apoyo a Bank of America de un modo parecido a las operaciones cerradas con Goldman Sachs y General Electric durante la crisis financiera de 2008-
Como en esas transacciones, consiguió un buen precio por su apoyo. Berkshire está invirtiendo US$ 5.000 millones en acciones preferentes de BofA que pagan un dividendo fijo de 6%. El banco puede recomprarlas en cualquier momento, por una prima de 5%.
Berkshire también recibirá warrants para comprar 700 millones de acciones comunes de BofA a un precio de ejercicio de US$ 7,14, una compra potencial de US$ 5.000 millones que le habría dado ganancias a Berkshire ayer mismo, luego de que los títulos de BofA saltaran 9,44%% a US$ 7,65 por acción.
“Esta operación es ganar-ganar para ambas empresas. Es un modo inteligente para que Buffett pueda poner a trabajar parte de los US$ 50 mil millones en efectivo de Berkshire, que están ganando casi nada, y los warrants deberían ser especialmente lucrativos”, dijo Whitney Tilson, de T2 Partners, dueño de acciones de Berkshire. “Este voto de confianza de Buffett es grandioso para BofA y bueno para todo el sector financiero”, añadió.
Pero no todos los inversionistas vieron la operación como positiva para el banco dirigido por Brian Moynihan.
Un gestor de fondos lo llamó “un alto precio por la publicidad”. Le pareció extraño que, tras declarar categóricamente que no había necesidad de recaudar capital, la gerencia de BofA optara por diluir las utilidades operacionales en 8%, “sólo por el gusto de US$ 5.000 millones del dinero de Buffett al 6%”.
Muchos inversionistas están intentando determinar lo que significa la inversión de Berkshire para los litigios vigentes contra el banco relacionados con los laxos estándares de crédito hipotecario durante el boom de la vivienda. El precio de las acciones de BofA ha caído en los últimos meses, en medio de temores por la escala de sus potenciales obligaciones legales.
“Creo que (Buffett) trabajó mucho para responder a la pregunta: ¿de cuánto es el cheque que tiene que escribir BofA para alejar todo esto?”, dijo Manal Mehta, del hedge fund Branch Hill Capital, mencionando la experiencia de Buffett en Salomon Brothers. En 1991, Buffett se vio obligado a imponerse como presidente de Salomon para proteger su participación en la firma, prestándole su reputación a una empresa al borde de la desaparición debido a acusaciones de que un operador había manipulado el mercado de bonos gubernamentales de EEUU.
Pero la velocidad a la que se cerró el acuerdo, aunque característica de Buffett, implica que el famoso inversionista pudo haber realizado muy poco due diligence, advierten asesores de la industria.