Por Peter Spiegel
en Bruselas
Los líderes europeos están intentando plantear la elección general de Grecia del próximo mes como un referendum sobre la membresía del país en la eurozona. Las autoridades creen que la apuesta política de alto riesgo puede recuperar a los votantes desilusionados con las duras condiciones del rescate, pero deseosos de permanecer en el euro.
José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, planteó claramente la opción ayer, diciendo a los votantes griegos que el programa de rescate de 174.000 millones de euros no será modificado y que la decisión de quedarse en el eurozona está en sus manos. “Queremos que Grecia se mantenga como parte de nuestra familia, de la UE, y del euro”, dijo Barroso durante una conferencia. “Dicho esto, la decisión final para quedarse en la zona euro debe venir de la misma Grecia”.
El mensaje hizo eco de los puntos mencionados por Angela Merkel, la canciller alemana, y François Hollande, el nuevo presidente francés después de su primera reunión en Berlín. Ambos líderes dijeron que la elección de Grecia sería un referendum sobre la membresía de la eurozona.
Altas autoridades europeas dijeron que la posición fue acordada después de reuniones en esta semana, lo que incluye un almuerzo el lunes entre Barroso y otros líderes de instituciones de la UE, como Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo; Herman Van Rompuy, presidente del consejo europeo; y Jean-Claude Juncker, quien encabeza el grupo de ministros de Finanzas de la eurozona.
“La próxima elección va a ser un tipo de referendum”, dijo un ministro de Finanzas de la eurozona. “Vamos a comunicar de manera muy clara a los griegos que si no hay un gobierno estable para implementar las condiciones del programa, vamos a tener dificultades y tendremos que adoptar el plan B”.
Habrá un gobierno interino hasta las elecciones del 17 de junio, liderado por Panagiotis Pikrammenos, presidente del consejo de Estado, el mayor cuerpo legal del país.
Quieren quedarse
Aunque las medidas de austeridad impuestas por el rescate son muy impopulares, las encuestas muestran que cerca de 75% de los griegos quieren quedarse en la eurozona, dando a los líderes europeos una fuerte carta para jugar. Su estrategia es similar a la tomada en noviembre cuando George Papandreou, el entonces primer ministro, sorprendió a sus contrapartes europeas al proponer un referendum nacional sobre el recién acordado segundo rescate griego.
Barroso comentó que aunque la UE estaba lista para trabajar con Grecia para dar una vuelta a su economía colapsada, cualquier nuevo gobierno en Atenas tendría que apegarse a los compromisos del programa de rescate, señalando que el compromiso político para apoyar a Grecia de los otros 16 gobiernos elegidos democráticamente también debe ser respetado.