Inglaterra es un “socio indispensable” en la Unión Europea y uno con el cual Alemania quiere “construir puentes”, insistió el ministro de Relaciones Exteriores germano ayer, en momentos en que Berlín presiona en sus esfuerzos para tratar de limitar los daños en las relaciones anglo-europeas.
Tras la guerra de declaraciones de la semana pasada entre Londres y París, Guido Westerwelle usó una visita a Londres para enfatizar que el gobierno alemán no quiere ver a Reino Unido alejándose del resto de Europa.
La autoridad declaró que un centro financiero de Londres sólido es algo “que nos beneficia a todos”, negando que Alemania tuviera alguna “agenda oculta” en contra de la industria de servicios financieros inglesa.
En una conferencia de prensa conjunta con su contraparte, William Hague, el ministro alemán hizo todo lo posible por evitar la impresión de que Berlín estaba disgustado con sus vecinos ingleses por su decisión de bloquear los planes para fortalecer la disciplina fiscal de la eurozona en una reforma al tratado de la Unión Europea.
Por el contrario, señaló que Reino Unido y Alemania “deben mantenerse unidos; debemos estar hombro con hombro y construir puentes entre nosotros tras la última cumbre. Esta es mi oferta y mi gesto”.
Westerwelle agregó: “Para Alemania, Reino Unido es un socio indispensable en la Unión Europea. No existe duda para nosotros de que queremos tomar los próximos pasos en la UE juntos como 27, o luego, con Croacia, como 28 países”.
Sus comentarios reflejan la visión de la canciller alemana Angela Merkel, de que no debe permitirse que Reino Unido se aleje de la UE como resultado de la crisis de la eurozona.
Westerwelle también calmó los temores del sector financiero al señalar que es vital que la “City” de Londres “tenga un futuro positivo y próspero”.