Los esfuerzos diplomáticos recientes para mejorar las relaciones entre China y sus vecinos, que se han visto tensionadas por disputas sobre el Mar del Sur de China, sugieren que Beijing está adoptando una posición más conciliadora hacia la solución de las controversias.
Las relaciones diplomáticas y militares con Vietnam y Filipinas han sido asistidas por una serie de visitas de alto nivel en las dos últimas semanas. El presidente Hu Jintao y el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, se reunieron el 31 de agosto en Beijing y reafirmaron el compromiso con una solución pacífica a las disputas territoriales en el Mar del Sur de China. El ministro de Defensa Liang Guanglie se reunió el 29 de agosto con el viceministro de defensa vietnamita, Nguyen Chi Vinh, para allanar el camino a una visita a China más adelante este año del nuevo líder de Vietnam, Nguyen Phu Trong.
Y la semana pasada, el principal diplomático chino, el Consejero de Estado Dai Bingguo, visitó Hanoi para reunirse con el viceprimer ministro vietnamita, Nguyen Thien Nhan. Ambos encabezaron un comité anual sobre relaciones bilaterales y discutieron temas críticos y estratégicos. El vocero del ministerio de Relaciones Exteriores, Ma Zhaoxu, dijo que Beijing trabajaría con Hanoi para mantener las relaciones bilaterales en el camino correcto.
Xu Guangyu, general retirado del Ejército de Liberación Popular, dijo que Beijing no permitiría el deterioro de sus relaciones con Vietnam y Filipinas. “A pesar de una serie de protestas antichinas y de un ánimo antichino dentro de Vietnam y Filipinas en los tres últimos meses, Beijing se da cuenta de que cualquier conflicto con nuestros vecinos no sólo dañaría nuestra seguridad regional, sino también nuestro desarrollo económico, y eso sólo beneficiaría a un tercero”, dijo Xu, declinando identificar al tercero. “Es porque hay una voz fuerte en la comunidad internacional para frenar el auge de China”.
El profesor Wang Hanling, experto en asuntos marítimos y leyes internacionales en la Academia China de Ciencias Sociales en Beijing, dijo que el “tercero” es Estados Unidos.
“Estados Unidos ha estado ahí, nunca ha dejado Asia”, comentó Wang. “Beijing lo sabe muy bien y se da cuenta de que (Washington) usaría las disputas en el Mar del Sur de China para frenar el alza de China”.
“Pero China también se da cuenta de que, en comparación con la estabilidad del Sudeste Asiático y los beneficios económicos mutuos entre China y sus vecinos, la disputa territorial por el Mar del Sur de China no es un gran problema”.
Wang dijo que la prioridad de Beijing debería ser mantener buenas relaciones con todos los países vecinos involucrados en las disputas marítimas, porque el tema no puede resolverse en el corto plazo.