Por Kerin Hope
Hasta recientemente las estadísticas griegas generaban burlas entre los socios de la eurozona del país.
Las autoridades aún bromean respecto de una revisión al alza del Producto Interno Bruto en 2005, en la cual el entonces director del servicio de estadísticas aseguró haber capturado un gran pedazo de la economía en negro, “incluyendo la considerable contribución de las apuestas y prostitución”.
De acuerdo a los datos revisados por Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea, Grecia no debería haber obtenido la admisión a la eurozona en 2001, ya que su déficit excedía el límite de 3% del PIB.
Este descubrimiento de otro déficit encubierto provocó la actual crisis del país, cuando el recién electo gobierno socialista reveló un déficit de dos dígitos en octubre de 2009, casi tres veces el calculado previamente.
Hace un año Atenas estableció una agencia de estadísticas independiente, dirigida por Andreas Georgiou, un antiguo oficial del Fondo Monetario Internacional, como una condición para el rescate de 110 mil millones de euros de la Unión Europea y el FMI. Desde entonces la calidad de las estadísticas producidas por Elstat, la agencia de estadísticas helénica, ha mejorado lo suficiente como para que Eurostat retire sus advertencias respecto de la confiabilidad de los datos griegos de las finanzas públicas.
Pero Georgiou ha enfrentado la decidida oposición del sindicato de Elstat y su directorio, que argumenta que ellos debe aprobar en conjunto datos sobre la deuda y el déficit antes de su publicación, desafiando las prácticas ordenadas por la UE.
“Parece que los miembros de la junta quieren volver a los viejos días cuando las autoridades en el Ministerio de Finanzas y el banco central se juntaban para producir números que sirvieran al interés nacional, sin considerar la exactitud”, dice un antiguo oficial del servicio de estadísticas.
La campaña para socavar a Georgiou incluyó el hackeo de su computador el cual, de acuerdo a los investigadores de crimen electrónico griegos, fue presuntamente realizado desde un computador de propiedad de Nikis Logothetis, el subdirector de la junta. Logothetis renunció al directorio a principios de año luego de que un juez abriera una investigación. Pero él negó cualquier delito.
Zoe Georganta, otro miembro de la junta y profesor de estadísticas en la Universidad de Macedonia, causó un escándalo público al afirmar que 15,4% del PIB de 2009 había sido exagerado. Fue este alto dato el que forzó a Grecia a buscar un rescate de la UE y del FMI. Georganta dijo a Financial Times el viernes: “Aún estoy convencido de que la metodología fue incorrecta y el número del déficit no tiene fundamentos científicos... debiera haber sido revisado a la baja”.
Trabajadores en huelga del sindicato de Elstat bloquearon el acceso a su edificio el viernes en apoyo a la visión de Georganta. Un miembro del sindicato dijo: “Enfrentamos otra ronda de recortes de sueldos, y quizás despidos debido a lo que pasó con Eurostat y los datos del déficit”.
Georgiou agregó: “Estos reclamos son infundados. Nuestra metodología ha sido ortodoxa en todos los detalles”.
Según un comunicado emitido por Eurostat la semana pasada, los datos de Elstat para el déficit de 2009 fueron “aceptado sin reservas”, y la agencia ha hecho progresos en términos de fiabilidad.
Bajo presión de la Comisión Europea, sin embargo, Evangelos Venizelos, ministro de Finanzas, despidió la semana pasada a los cinco miembros restantes de la junta de Elstat, dejando a Georgiou con la completa responsabilidad de manejar la agencia por sí solo.
Pero la huelga ha impedido que Elstat cumpla la fecha límite para mandar datos actualizados sobre la deuda pública de Grecia y el déficit presupuestario de 2010 a Eurostat, así como detalles del rendimiento económico en los dos primeros trimestres, datos que necesitan los expertos de la UE y del FMI para aprobar el presupuesto de 2012 previo al primer borrador que se presentará al parlamento hoy.