Por Gregory Meyer
Este será el último feriado de Acción de Gracias en que los estadounidenses podrán comer un pavo Butterball criado en Colorado. Debido al fuerte encarecimiento del alimento para animales, la conocida marca de productos avícolas cerrará sus puertas en ese estado a fines de este año.
La drástica medida es prueba de que los altos precios están empezando a reducir el consumo de granos. Los pavos normalmente se alimentan de una mezcla de maíz y harina de soya. Los futuros de maíz llegaron al récord de US$ 8 por bushel en junio, mientras que la soya en agosto superó los US$ 14,50 el bushel, el nivel más alto desde 2008.
Cualquier desaceleración en la demanda será observada muy de cerca por los ejecutivos del sector alimenticio, operadores de materias primas y funcionarios que fijan políticas. Los precios de los alimentos hace poco provocaron una mayor presión inflacionaria, en especial en los mercados emergentes.
Las estimaciones más recientes del Departamento de Agricultura de EEUU señalan que el maíz que quedó de la cosecha del año pasado asciende a 920 millones de bushels, 36% más que anteriores cálculos. Ese creciente superávit coincide con la menor demanda y podría tener un efecto significativo sobre los precios de los granos.
Las aves de corral, si bien crecen rápido, también son las primeras en ser sacrificadas frente a un alza en los precios de los alimentos. En EEUU, los criaderos de pollos están incubando menos huevos, lo que significa que habrá menos pollos hambrientos en los próximos meses. La producción de pavo disminuirá en 2012 debido a los mayores costos de los granos y la débil economía interna, asegura el Departamento de Agricultura.
Los ganaderos reaccionan más tarde y muchos, como el productor de cerdo Smithfield Foods, se cubrieron del aumento en los valores de los granos.
Por el momento, los productores de carne vacuna realmente han impulsado la demanda, porque los propietarios de campos ubicados en lugares como Texas, que han sufrido una fuerte sequía, vendieron los terneros que no podían mantener pastando. Más de 10,7 millones de vacas ahora están comiendo granos en feedlots, 5% más que el año pasado. Pero agosto trajo menos terneros nuevos, para sorpresa de los analistas. Para 2012, muchos animales de feedlot habrán sido llevados a los mataderos, lo que indica que en el futuro habrá menor consumo de granos. La cantidad de ganado disminuyó. Eso significa menos animales para alimenta, señaló Darrel Good, economista especialista en agricultura de la Universidad de Illinois.
Interés de importadores
La situación podría cambiar rápidamente. El precio del maíz, el principal componente del alimento para animales, cayó abruptamente en septiembre, lo que posiblemente estabilizó los ingresos de los productores de carne.
Los precios más bajos podrían también generar interés por parte de los importadores como China, que compraron el grano en la caída de principios de este año. Se espera que a nivel mundial, la demanda de maíz, soya y trigo marque nuevos récord en 2011.
Si bien EEUU es el mercado agrícola que más se observa, otros graneros como Ucrania también están vendiendo granos por menos dinero, lo que brinda a las naciones importadoras opciones frente a los precios elevados.
El regreso de la región del Mar Negro a los mercados de granos globales tras una prohibición de exportar debilitó tanto los precios del trigo que algunos agricultores están reemplazando maíz por trigo en las dietas de los animales.