Por George parker, Andrew Edgecliffe-Johnson y Ben Fenton
Rupert Murdoch intentaba desesperadamente ayer mantener viva su apuesta por tomar control de British Sky Broadcasting, con su empresa sacudida por nuevas acusaciones de que los diarios accedieron a los registros de salud y cuentas bancarias de Gordon Brown cuando era ministro de Hacienda y primer ministro.
Ante un escenario de furia política creciente y señales de que el escándalo se extendía a otras partes de su imperio mediático, el controlador de News Corp en la práctica decidió archivar su oferta por BSkyB por al menos un año.
Al someter la oferta a revisión de la Comisión de la Competencia, el equipo de Murdoch espera sacar el tema de la arena política hasta el próximo año, para mantenerlo vivo.
“Seguiremos hablando de esto en 2012, pero tal vez para entonces la actitud de la gente habrá cambiado”, dijo una persona cercana a Murdoch, quien se encuentra en Londres supervisando la respuesta de la empresa a la crisis. Una fuente del gobierno dijo “es demasiado pronto como para decir que está acabada”.
Pero algunos creen que el intento de Murdoch de comprar el 60,9% de BSkyB que no posee no podrá recuperarse de las revelaciones acerca de malas práticas periodísticas en sus diarios, las últimas concernientes a Brown y la familia real.
Brown teme que The Sunday Times y The Sun, ambos propiedad de News International, apuntaran a información personal incluyendo detalles financierios y registros médicos relacionados con su hijo menor Fraser, de quien el Sun reveló en 2006 que padecía fibrosis quística.
“Gordon Brown ha sido informado ahora de la escala de la intrusión en la vida de su familia”, dijo una vocera del ex primer ministro. “La familia ha sido sacudida por el nivel de criminalidad y los medios antiéticos por los que se han obtenido detalles personales. El tema está en manos de la policía”.
Rebekah Brooks, directora ejecutiva de News International, era editora del Sun en el momento y llamó a Brown para decirle que el diario conocía la condición de su hijo.
Sarah Brown, esposa del ex primer ministro, twiteó: “Es muy personal y realmente doloroso si todo es cierto”. News International acusó recibo de los alegatos y dijo que había pedido más información para investigar plenamente.
Entretanto, la BBC informó de evidencia que sugiere que News of the World pagó a un oficial de protección por detalles de contactos de miembros de la familia real.
News Corp ha estado durante seis meses tratando de llevar la iniciativa en la solución del escándalo por el espionaje telefónico de News of the World, pero las acusaciones que ampliaron el foco hacia sus otros diarios británicos echaron por tierra lo avanzado.
Tras despedir a un ex jefe de redacción de News of the World y entregar evidencia a la policía, el grupo armó un equipo para trabajar con los investigadores. Pero ayer sus esfuerzos por verse cooperando con la policía se vieron minados cuando Scotland Yard dijo que creía que filtraciones a la prensa eran “parte de una campaña deliberada para socavar la investigación por el supuesto pago de periodistas corruptos a policías corruptos y desviar la atención”.
Si se demuestra que las filtraciones salieron de la oficina central de News International en Wapping, Murdoch podría tener un nuevo problema en sus manos. El magnate de la prensa pasó todo el día ayer en las instalaciones londinenses tratando de salvar su oferta por el control de BSkyB y evitar el contagio al resto de la empresa.
Su decisión de someter la compra a las autoridades de la competencia es una táctica clásica de Murdoch. Por un lado es una jugada agresiva para mover el debate respecto de si News es un propietario de medios “adecuado” y políticamente astuta, ya que le da a los asediados políticos la posibilidad de entregar el tema a un tercero y ganar tiempo para que se refresque la caldeada atmósfera de la última semana.