La subasta de la Compañía
Energética de Sao Paulo (Cesp), que se esperaba fuera una de las
mayores privatizaciones en Brasil en un década, fracaso hoy por
falta de interés final de posibles compradores.
Según la Compañía Brasileña de Liquidación y Custodia de la Bolsa
de Valores de Sao Paulo -encargada por el gobierno paulista de
organizar la subasta-, las empresas precalificadas no presentaron
hoy las garantías necesarias para participar en la subasta prevista
para mañana.
La Cesp es la principal empresa generadora y distribuidora de
electricidad del estado de Sao Paulo y la venta podría reportar unos
3.800 millones de dólares equivalentes a las arcas del Gobierno
estatal.
Las empresas precalificadas eran la brasileña CPFL Energía;
Neoenergia -filial de la española Iberdrola-; Energías do Brasil
-filial de la portuguesa EDP-; Tractebel Energía, que pertenece a la
belgo francesa Suez Energy International, y Alcoa Aluminio,
subsidiaria del grupo estadounidense Alcoa.
El gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra, atribuyó el
poco interés final de las empresas a la actual crisis financiera
internacional, que dificulta levantar fondos para financiar la
compra.
El gobierno del estado tampoco estaba dispuesto a reducir el
precio inicial de venta de 6.600 millones de reales (unos 3.815
millones de dólares) por el control accionarial de la empresa.
El precio total de venta a valores de mercado remontaría a unos
20.000 millones de reales (unos 11.500 millones de dólares) si se
considera lo que los nuevos dueños tendrían que pagar a los
accionistas minoritarios, según operadores de mercado.
Las acciones de Cesp se cotizan en la bolsa de valores de Sao
Paulo, donde hoy de derrumbaban en torno al 15 por ciento poco
después del anuncio.
El presidente del Consejo de Infraestructura de la patronal
Confederación Nacional de la Industria, José de Freitas Mascarenhas,
atribuyó el fracaso a la "falta de garantías jurídicas".
Hasta ahora no está claro si Cesp continuaría más allá del 2015
con las concesiones de dos represas hidroeléctricas, Jupiá e Ilha
Solteira, lo que depende de "una decisión política" del gobierno
federal, dijo Freitas a periodistas.