El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó a los bancos centrales a tomar en cuenta los precios de los inmuebles al decidir el nivel de sus tasas de interés.
El Fondo parte de la constatación de que el acceso al crédito
inmobiliario no es igual en todos los países (más fácil en Estados
Unidos, no tanto en Francia, por ejemplo), y que "los efectos de
contagio del sector inmobiliario al resto de la economía son más
importantes en los países en los que el crédito hipotecario es más
accesible".
Además, en un contexto de innovaciones muy importante para el
financiamiento inmobiliario, el impacto de la política monetaria sobre
los precios de los inmuebles ha aumentado, hace notar el FMI en los
capítulos analíticos de sus "perspectivas económicas mundiales".
En Estados Unidos, por ejemplo, la fuerte baja ocurrida a comienzos de
esta década en la tasa rectora -que llegó al 1% en 2003- "parece haber
contribuido a la escalada de los precios inmobiliarios y a las
inversiones en inmuebles".
"En los países en que el endeudamiento hipotecario de las familias es
más elevado, una respuesta más dinámica a las fluctuaciones de los
precios inmobiliarios podría promover una estabilización mayor",
observa el Fondo.
El FMI no va a recomendar, no obstante, que la política monetaria tenga como blanco los precios de las viviendas. "Los precios inmobiliarios deben ser un elemento entre otros para
apreciar en forma prospectiva el balance de riesgos", aseguró el Fondo.
La entidad financiera considera que la política monetaria "no puede,
por sí sola, asumir la responsabilidad de reaccionar ante eventuales
burbujas especulativas".
"La política de regulación tiene un papel preponderante" para impedir
un relajamiento excesivo de las normas de crédito", señaló el Fondo.