La economía de China no ha "alcanzado su punto máximo" y sus perspectivas de crecimiento siguen siendo "brillantes", dijo Xi Jinping a los jefes ejecutivos estadounidenses de visita el miércoles mientras Beijing buscaba revivir la confianza de los inversores extranjeros en el segundo país más grande del mundo.
Al reunirse con un grupo de unas 20 figuras empresariales estadounidenses, entre las que se encontraban Evan Greenberg de Chubb, Stephen Schwarzman de Blackstone y Cristiano Amon de Qualcomm en el Gran Salón del Pueblo de Beijing, Xi insistió en que Beijing seguía comprometido con las reformas.
"Las reformas de China no se estancarán y nuestra apertura no se detendrá", dijo, según los medios estatales.
La reunión, que incluyó una foto grupal, se produce cuando crece la preocupación entre los socios comerciales de China de que Beijing esté invirtiendo fuertemente en manufactura para superar una profunda desaceleración inmobiliaria, lo que lleva a un exceso de oferta y un potencial dumping en los mercados internacionales.
China ha fijado un objetivo de crecimiento del 5% este año, la misma cifra que el año pasado y la más baja en décadas, pero los analistas creen que será difícil lograrlo sin un aumento de la demanda interna.
“El desarrollo de China, tras superar diversas dificultades y desafíos, no se ha derrumbado. . . en el pasado, ni alcanzará su punto máximo ahora”, dijo Xi a los ejecutivos.
Los asistentes, entre los que también se encontraban el presidente de Bloomberg, Mark Carney, y Raj Subramaniam de FedEx, estuvieron en la capital esta semana para asistir al Foro de Desarrollo de China, la principal conferencia empresarial anual de Beijing.
Xi se había reunido con líderes empresariales estadounidenses en noviembre durante una cena organizada al margen del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco por el Consejo Empresarial Estados Unidos-China y el Comité Nacional de Relaciones Estados Unidos-China.
Los jefes de ambas organizaciones, Craig Allen y Stephen Orlins, también participaron en la reunión con Xi el miércoles. Greenberg, de Chubb, es presidente del NCUSCR y director del Consejo Empresarial Estados Unidos-China. Otras figuras presentes incluyeron a Hock E Tan, director ejecutivo de Broadcom, Joshua Cooper Ramo, codirector ejecutivo de Kissinger Associates, Peng Zhao, director ejecutivo de Citadel Securities y Bill Hornbuckle de MGM China.
Los jefes ejecutivos europeos que también habían viajado a Beijing el fin de semana para asistir a la FCD no fueron invitados a la reunión del miércoles. La gente dijo que esto se debía a que se organizó en respuesta al evento de San Francisco.
Aumentan tensiones
Las relaciones entre Estados Unidos y China se han estabilizado parcialmente desde que Xi y el presidente estadounidense Joe Biden mantuvieron conversaciones bilaterales al margen del foro Apec.
Pero las tensiones continúan aumentando. Estados Unidos se ha comprometido a investigar si los vehículos eléctricos chinos importados constituyen una amenaza a la seguridad , mientras que Beijing ha bloqueado el uso de los vehículos iPhone y Tesla de Apple en oficinas gubernamentales. Beijing presentó el martes un caso ante la Organización Mundial del Comercio contra los subsidios estadounidenses a los vehículos eléctricos.
China ha tratado de presentar un panorama más acogedor para los negocios internacionales en los últimos meses después de que la inversión extranjera directa cayera el año pasado a su nivel más bajo en décadas.
El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, se reunió con Greenberg y Orlins el martes y dijo que las tensiones bilaterales se derivaban de la “percepción errónea” de Estados Unidos de China como una amenaza estratégica. Sobre las relaciones bilaterales, Xi dijo: “Para promover la recuperación de la economía mundial y resolver cuestiones candentes a nivel internacional y regional es necesario que China y Estados Unidos coordinen la cooperación”.
Añadió que los países pueden estar en desacuerdo, pero deben “buscar puntos en común reservando las diferencias”.
La semana pasada, antes del CDF, China anunció aclaraciones a las nuevas leyes de datos en una medida bien recibida por las empresas preocupadas por las transferencias de datos transfronterizas.
"Las empresas [estadounidenses] que están aquí para servir al mercado chino o para vender en China, creo que son un poco más positivas de lo que eran, digamos, hace un año", dijo Sean Stein, presidente de la Cámara Estadounidense de Comercio. Comercio en China. "Todavía hay problemas estructurales profundos que están frenando la economía, pero la parte cíclica parece haber mejorado, por lo que donde se encuentran en el ciclo económico es en un lugar mejor".
Los jefes de negocios tradicionalmente se han reunido con el segundo líder de China, el primer ministro, después del CDF. Eso no sucedió este año: el primer ministro Li Qiang no celebró una sesión informativa al concluir la reunión anual del parlamento formal este mes. En el pasado, la conferencia de prensa sirvió como una oportunidad única para que los medios nacionales e internacionales interrogaran al funcionario a cargo de la segunda economía más grande del mundo.
Pero hubo más reuniones bilaterales con ministros en la CDF y las conversaciones fueron más directas en comparación con el año pasado, dijeron los asistentes.
Denis Depoux, director general global de la consultora Roland Berger, dijo que hubo más visitantes extranjeros en la FCD de este año y en el Foro de Boao para Asia, otra conferencia internacional que se inauguró el martes en la isla china de Hainan. "Es más como 2019", dijo Depoux.
“Vi a muchos más directores ejecutivos en la CDF y hablaron mucho más”.
La economía de China está mostrando signos de estabilización, con ganancias industriales que aumentaron un 10,2 por ciento en el período enero-febrero respecto al año anterior, según las estadísticas oficiales publicadas el miércoles, aunque esto se debió en parte a una base baja en 2023.
El director ejecutivo de una gran empresa multinacional dijo que la retórica de Beijing, incluido Li, que habló en la inauguración de la CDF, era más "confiada" que el año pasado. P
ero dijo que era difícil saber si se trataba de un intento de apuntalar el sentimiento de los inversores o si realmente lo sentían los dirigentes, dados los desafíos estructurales de la economía de China. "Es muy difícil decirlo en este momento", dijo.
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