Alemania logra evitar por poco la recesión técnica, pero mayor economía de la eurozona se contrajo 0,3% en 2023

El PIB de Alemania cayó 0,3% entre octubre y diciembre, según los datos preliminares publicados este lunes. Sin embargo, los datos del tercer trimestre fueron corregidos al alza, desde una baja de 0,1% a un crecimiento nulo.

De este modo, la mayor economía de la eurozona logró evitar lo que se conoce como una "recesión técnica" (dos trimestres consecutivos de retrocesos) pese a los mayores costos de la energía, el aumento de las tasas de interés y la debilitada demanda externa.

El año pasado fue complicado en términos económicos para Alemania. El PIB también se contrajo 0,3% durante los 12 meses de 2023, situación que contrasta con la de sus pares del G7 (Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), lo que plantea interrogantes sobre el futuro del país como potencia industrial.

Las aprensiones actuales sobre las perspectivas económicas para Alemania se ven reflejadas en las expectativas para este año: la OCDE dijo en noviembre que con 0,6% de crecimiento, el país será el más lento del grupo del G20, exceptuando a Argentina. También, los economistas proyectan un crecimiento mínimo en la primera mitad de 2024, un año que comenzó con huelgas de trenes y protestas de agricultores a nivel nacional.

Riesgos a la baja

Desde la Cámara Alemana de Industria y Comercio plantean que es posible que el desempeño económico de Alemania en 2024 se estanque y que, incluso, su economía continúe en recesión. “Esperamos que el crecimiento aumente lentamente en 2024 y alcance 0,5% para el año, ya que los mayores ingresos reales pueden impulsar el consumo de los hogares. Sin embargo, el reciente revés en las expectativas empresariales subraya el riesgo de que una debilidad más pronunciada de la industria provoque que la desaceleración continúe en el primer trimestre de 2024”, señala el estudio.

Actualmente, la industria química se encuentra dentro de los sectores más afectados, y empresas como BASF y Lanxess respondieron al mal momento de la economía archivando inversiones y despidiendo a trabajadores.