Economía

Las claves de la nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong y sus implicancias económicas

¿Por qué China impone esta? ¿A qué se debe la reacción de EEUU? ¿Cuáles serán las consecuencias económicas? Son algunas de las dudas que surgen de los nuevos enfrentamientos entre las mayores economías del mundo.

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Jueves 28 de mayo de 2020 a las 16:00 hrs.
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La Asamblea Nacional Popular de China aprobó hoy por una amplia mayoría la decisión de seguir adelante con la polémica nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong, que ha desatado protestas ciudadanas en la ciudad y críticas de países vecinos como Taiwán o Japón, pero con mayor intensidad desde Estados Unidos.

Ayer, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, declaró que EEUU ya no considera a la región autónoma de Beijing, lo que podría traer una serie de implicancias.

¿Qué significa la ley y por qué China la impone?
La ley fue diseñada, según el primer ministro chino, Li Keqiang, para "la implementación constante de 'un país, dos sistemas' y la prosperidad y estabilidad a largo plazo de Hong Kong". Aunque no se conocen mayores detalles, la legislación buscaría combatir la secesión, la subversión al poder estatal, las actividades terroristas, comportamientos que amenacen gravemente la seguridad nacional y la interferencia extranjera.

Cuando en 1997 Hong Kong dejó de ser colonia británica, China y la ciudad firmaron un tratado para garantizar un alto grado de autonomía para la región, incluido un sistema judicial separado, por 50 años. El poder legislativo de Hong Kong está obligado a elaborar y aprobar una ley de seguridad nacional, conocida como la "mini Constitución" del territorio, pero en 2003 un intento por introducir dicha ley fue interrumpido por protestas masivas.

¿Por qué la idea provoca protestas ciudadanas?
La ley de seguridad nacional propuesta está pasando por alto el proceso legislativo de Hong Kong, lo que ha abierto el debate sobre si la medida pasa a llevar la autonomía de la ciudad. Esto ha generado malestar entre la ciudadanía, que se ha manifestado contra la medida que a su juicio podría usarse para tomar medidas contra la oposición política y a la libertad de expresión, e incluso influir en la autonomía de Hong Kong de China.

Las protestas han dejado cientos de manifestantes detenidos, los que corean en las calles "¡Independencia de Hong Kong, la única salida!", y que alegan que la legislación sería el "fin del modelo de un país, dos sistemas".

¿A qué se debe la reacción de EEUU?
Ayer, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo al Congreso que Hong Kong "ya no es políticamente autónoma" de China, por lo que deja de merecer un trato especial bajo la legislación estadounidense, a lo que el Departamento de Estado agregó que "cualquier esfuerzo por imponer legislación de seguridad nacional que no refleje la voluntad del pueblo de Hong Kong sería altamente desestabilizador y sería recibido con una fuerte condena".

¿Por qué la relación comercial de Hong Kong y EEUU tiene términos especiales?
Al ser una región administrativa especial de China, Hong Kong tiene libertades como poder de autogobierno, derechos electorales limitados y un marco legal y económico en gran parte separado. Desde 1992 EEUU le otorga a Hong Kong un estatus comercial especial, diferente al de China continental, ya que se entendía que hasta 2047 Hong Kong disfrutaría de un alto grado de autonomía política y legal. Pero como consecuencia de las icónicas manifestaciones del año pasado, se decidió revisar anualmente el estatus.

Si el secretario de Estado de EEUU revoca a la región el trato preferencial, Hong Kong sería tratado de la misma manera que China continental en temas comerciales, y se le aplicarían por ejemplo los mismos aranceles y restricciones que al país.

¿Cuáles son las consecuencias económicas de esto?
Los gobiernos de China y Hong Kong han transmitido a la comunidad empresarial que la legislación "creará un entorno empresarial más estable, confiable y basado en la ley para los inversores extranjeros", y se espera que sea especialmente bienvenida por inversores y empresas de China continental que no se enfrentarían a protestas constantes.

Sin embargo, la idea ha generado el sentimiento contrario en algunas empresas con sede en Hong Kong. La Cámara de Comercio de Estados Unidos en Hong Kong dijo que la ley "puede poner en peligro las perspectivas futuras de negocios internacionales" al hacer que los inversionistas vean a la ciudad como un símil a la China.

El año pasado, el economista jefe de Asia de Capital Economics, Mark Williams, explicó que "si el tratamiento especial de Hong Kong bajo la ley de los EEUU fuera revocado, la ciudad perdería el acceso a tecnología estadounidense sensible y enfrentaría una mayor amenaza de aranceles estadounidenses", a lo que agregó que "el daño económico a corto plazo sería manejable, pero aceleraría la erosión del estatus de Hong Kong como centro internacional de negocios".

Sin embargo, el economista también aclaró que dejar de tener el estatus especial no tendría un impacto directo en el estado internacional de Hong Kong, y que la ciudad aún sería tratada como un territorio aduanero independiente por la Organización Mundial del Comercio y como una entidad separada por otras instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

¿Qué opina el resto del mundo?
Los ministros de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Australia, Canadá y EEUU advirtieron en una declaración conjunta que la ley de seguridad nacional de Beijing "erosionaría dramáticamente la autonomía de Hong Kong y el sistema que la hizo tan próspera", lo que además implicaría un incumplimiento por parte de China de sus obligaciones con la comunidad internacional sobre la ciudad.

"También nos preocupa mucho que esta acción exacerbe las profundas divisiones existentes en la sociedad de Hong Kong, la ley no hace nada para construir un entendimiento mutuo y fomentar la reconciliación dentro de Hong Kong", señaló la declaración, agregando que "el enfoque mundial en una pandemia global requiere una mayor confianza en los gobiernos y la cooperación internacional. La medida sin precedentes de Beijing corre el riesgo de tener el efecto contrario".

En la región de Asia, tanto Taiwán como Japón rechazaron la medida. "Todo Taiwán a través de las líneas partidarias, tanto el gobierno como el pueblo, está unido para apoyar al pueblo de Hong Kong y los valores democráticos universales", dijo su presidenta, Tsai Ing-we.

Japón afirmó estar "seriamente preocupado" por la situación, ya que le dan "gran importancia a mantener un sistema libre y abierto", por lo que cooperarán con otros países para "abordar la situación" según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.

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