Economía

Rodrigo Valdés: "El ajuste en Chile avanzó mucho por lo que ha sido una reacción muy cuidadosa de las autoridades"

Para 2023 estima que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandirá 2,3%, lo que es 0,4 puntos porcentuales más alto que su previsión de julio. Al igual que para 2024, esperando que se de una expansión de 2,3%, ajustado levemente con 0,1 pp. al alza respecto a su informe anterior. 

Por: Amanda Santillán | Publicado: Viernes 13 de octubre de 2023 a las 11:45 hrs.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había informado su proyección para Chile, anticipó una contracción de 0,5% en el PIB este año, pero un avance de 1,6% en 2024. Siendo el único país de la región, junto a Argentina, que tendría un crecimiento negativo en 2023. 

En su nuevo informe se identifica como principal riesgo "una posible desaceleración mundial brusca" y un "fuerte endurecimiento de las condiciones financieras mundiales", lo que podría reflejarse en unos precios de las materias primas y unos flujos de capital más bajos y volátiles.

El organismo estima que para finales de año la inflación se desacelerará hasta el 4,5% y converja hacia el objetivo del 3% a finales de 2024, impulsado por el enfriamiento de la demanda interna y el descenso de los precios de importación. En cuanto a la política monetaria se espera que siga relajándose a medida que disminuyan las presiones sobre los preciosy que la política fiscal se endurecerá gradualmente a partir de 2024, guiada por la norma de equilibrio estructural a medio plazo y el límite máximo de deuda (45% del PIB). 

Al respecto, el director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, recordó que el país tuvo una de las mayores expansión de políticas durante la pandemia, lo que produjo un desequilibrio en la economía "realmente grande". 

"Cuando los países tienen ese tipo de desarrollo requieren un ajuste posterior, ese ajuste puede ocurrir más rápido, menos rápido, con más dolor, menos dolor. Y lo que hemos estado viendo en Chile en los últimos trimestres, precisamente ese ajuste, creemos que avanzó mucho, por lo que ha sido una reacción muy cuidadosa de las autoridades", dijo el economista en conferencia de prensa.

A nivel regional, el FMI elevó las perspectivas de crecimiento para América Latina y el Caribe para el próximo año, pero prevé riesgos en la actividad de los socios comerciales. 

Para 2023 estima que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandirá 2,3%, lo que es 0,4 puntos porcentuales más alto que su previsión de julio. Al igual que para 2024, esperando que se de una expansión de 2,3%, ajustado levemente con 0,1 pp. al alza respecto a su informe anterior. 

Si bien destaca que la región tuvo “una recuperación vigorosa” después de la pandemia y resiliencia a principios de este año, estas cifras todavía significan una moderación en la actividad, que en 2022 fue de 4,1%. 

América Latina ha enfrentado exitosamente los recientes shocks mundiales y tuvo un sólido desempeño en 2022 y a comienzos de 2023, aunque el crecimiento se está debilitando”, indicó Valdés. 

Agregando que la desaceleración es el resultado de las políticas más restrictivas adoptadas para contener la inflación y el deterioro del entorno externo, traduciéndose en un crecimiento más lento de los socios comerciales, condiciones de financiamiento externo menos favorables y precios más bajos de las materias primas. 

También, el organismo prevé que la inflación general de la región -con las excepciones de Argentina y Venezuela- se moderará desde el 7,8% de 2022 a 5% en 2023 y alcanzará el 3,6% en 2024. Incidido principalmente por el debilitamiento de la demanda externa e interna, el alivio de las restricciones de la oferta mundial y los efectos rezagados de la apreciación de las monedas en algunos países. 

Riesgos externos

Mientras que los riesgos para las perspectivas económicas regionales parecen estar más equilibrados que en abril de 2023, todavía mantienen un sesgo a la baja. 

A nivel externo, el FMI observa un menor crecimiento en los principales socios comerciales, volatilidad de los precios de las materias primas, nuevos shocks inflacionarios, reaparición de las turbulencias en los mercados financieros y las tensiones geopolíticas. 

Destacando que a nivel regional el principal riesgo es un posible resurgimiento de las presiones inflacionarias y tensiones sociales acentuadas. Además de enfatizar que los shocks relacionados con el clima suponen importantes retos a corto y mediano plazo.

También se advierte que las autoridades tendrán que calibrar las políticas monetarias cuidadosamente. 

“Para que el relajamiento sea prudente seguirá siendo necesario encontrar un equilibrio justo entre encauzar la inflación por una senda descendente duradera y minimizar el riesgo de un período prolongado de débil crecimiento. Para lograr el equilibrio correcto es crucial determinar el ritmo adecuado del relajamiento monetario y evaluar el impacto que ha tenido en la inflación el endurecimiento previo, dado que la política monetaria opera con rezagos. Las comunicaciones de los bancos centrales siguen siendo fundamentales para que la campaña de desinflación sea eficaz”, añadió Valdés.

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