El Banco de Inglaterra intenta calmar a los mercados, pero no consigue detener la caída de la libra

Los intentos del Banco de Inglaterra por calmar los nervios financieros resultaron decepcionantes, ya que la promesa del gobernador de la institución, Andrew Bailey, de modificar las tasas de interés "tanto como sea necesario" para controlar la creciente inflación provocó una nueva oleada de ventas de la libra.

Después de un día en el que la libra esterlina cayó a un mínimo histórico frente al dólar y los rendimientos de los gilts se dispararon, Bailey dijo que el banco está siguiendo la evolución de los mercados financieros "muy de cerca". Asimismo, que los responsables de la política monetaria "no dudarán en modificar los tipos de interés en la medida necesaria para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2% de forma sostenible a medio plazo".

Las fuertes oscilaciones de los mercados son una respuesta a los amplios recortes fiscales anunciados el viernes, que los inversores temen que alimenten la inflación y aumenten el endeudamiento en un momento de rápida subida de los tipos de interés.

El banco central también pareció acallar las especulaciones sobre un movimiento de emergencia, diciendo que hará una "evaluación completa en su próxima reunión programada del impacto en la demanda y la inflación de los anuncios del gobierno, y la caída de la libra, y actuará en consecuencia".

La libra esterlina cayó tras el comunicado y bajó un 1,8% a US$ 1,0663  a las 16:47 horas en Londres. La divisa había recortado antes su caída ante la especulación de que se iba a producir una declaración más contundente.

Los operadores redujeron sus apuestas sobre las subidas de tipos del Banco de Inglaterra tras el comunicado, valorando en unos 170 puntos básicos las subidas en la próxima decisión de tasas de noviembre, frente a unos 190 puntos básicos antes de los comentarios.