Intel se disculpa con China por prohibir el uso de componentes de Xinjiang
El fabricante de chips estadounidense es la más reciente multinacional que se ve envuelta en el conflicto entre Beijing y Occidente por los derechos humanos.
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El fabricante de chips estadounidense es la última multinacional que se ve envuelta en el conflicto entre Beijing y Occidente por los derechos humanos
Intel se ha disculpado por la prohibición de utilizar componentes procedentes de Xinjiang en respuesta a los ataques de los medios de comunicación nacionalistas chinos por esta política, convirtiéndose en la última multinacional en verse envuelta en la batalla de China con EEUU por cuestiones de derechos humanos.
El episodio se convirtió rápidamente en uno de los temas más comentados en Internet en China, y algunos internautas de Weibo, una plataforma similar a Twitter, le pidieron al gobierno que sancionara a Intel con multas y otros castigos.
La polémica estalló después de que Intel envió una carta de fin de año a los proveedores en la que señaló que los componentes fabricados en la región noroccidental china de Xinjiang no deberían utilizarse en sus chips. El mensaje atrajo la atención del medio de comunicación nacionalista Guancha.
En una publicación en las redes sociales en idioma chino, Intel dijo que quería "aclarar" que la prohibición era sólo para cumplir con la ley estadounidense y no su "propia intención o postura".
"Pedimos disculpas por las molestias causadas a nuestros respetados clientes chinos, a nuestros socios y al público", añadió Intel.
La declaración se convirtió en una tendencia en Weibo y había sido vista 190 millones de veces para el jueves por la tarde.
Conforme aumentan las tensiones entre Occidente y China, a las multinacionales les resulta más difícil evitar la política. En particular, la "reeducación" por parte de Beijing de un millón de musulmanes uigures en su región occidental de Xinjiang es un punto álgido.
Los medios de comunicación estatales de China han azuzado la oposición nacionalista contra marcas como Nike y H&M que expresaron su preocupación por Xinjiang o se comprometieron a eliminar de sus cadenas de suministro el uso de mano de obra forzada de la región.
Intel le dijo al Financial Times que su declaración en China tenía el propósito de "responder a las preocupaciones planteadas por nuestras partes interesadas en ese país en relación con la forma en que comunicamos ciertos requisitos y políticas legales con nuestra red global de proveedores". Añadió que seguiría cumpliendo las leyes estadounidenses.
"Esta compañía debe cumplir las leyes estadounidenses, pero aún así quiere ganar dinero en China. De momento no podemos sustituir a la empresa, pero podemos multarla", dijo un comentarista chino en Weibo. "Pongámosles una multa de miles de millones de una vez y utilicemos el dinero para I+D".
El año pasado, Intel obtuvo una cuarta parte de sus ingresos de clientes en China y tiene más de 10,000 empleados en el país. Recientemente ha decidido reducir sus operaciones en China vendiendo una fábrica de chips de memoria a un fabricante de chips surcoreano.
El tabloide nacionalista chino Global Times acusó a Intel de "morder la mano que le da de comer". En un editorial, la publicación diaria — que opera bajo los auspicios del periódico insignia del Partido Comunista de China, el Diario del Pueblo — dijo: "Hay que asegurar que a las compañías les salga cada vez más caro ofender a China".
Las celebridades chinas también se han visto obligadas a cortar rápidamente los lazos con las compañías que causan agravios para evitar problemas con los fanáticos y el ministerio de propaganda del Partido Comunista.
El miércoles, el estudio de Wang Junkai, vocalista de una de las mayores bandas de chicos de China, anunció que cortaría todos los lazos con el fabricante de chips estadounidense, añadiendo que había instado en repetidas ocasiones a la compañía a expresar públicamente una "postura correcta" y que "el interés nacional está por encima de todo".
Wang había sido embajador de la marca Intel antes de la disputa.