Brasil no alcanzaría su meta de crecimiento de 4% por segundo año consecutivo en 2013
Tras un decepcionante 2012, las esperanzas de un comienzan a debilitarse.
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Todo parece indicar que el objetivo de Dilma Rousseff respecto de que Brasil crezca como mínimo un 4% al año no se materializaría en el corto plazo.
La proyección del Ministerio de Hacienda para este año es la más optimista, con un 2% de crecimiento. El pronóstico del Banco Central para 2012 sólo llega a 1,6%, mientras que los economistas del mercado financiero redujeron por segunda semana consecutiva su previsión de la expansión brasileña en 2012, pasando de 1,52% la semana pasada a 1,5%, según un sondeo de la entidad emisora.
Este recorte confirma la tendencia a la desaceleración de Brasil, que, luego de crecer un sorprendente 7,5% en 2010, sólo se expandió un 2,7% el año pasado.
Pero esa no es la peor noticia. El próximo año no luciría tan promisorio como los miembros del gobierno creían que sería. Los economistas del mercado también rebajaron su estimación de crecimiento para 2013 a 3,94%, frente a 3,96% que calculaban una semana atrás.
Medidas sin efecto
La falta de inversión y la débil economía global han contrarrestado los efectos de las medidas de estímulo implementadas por Rousseff en el último tiempo.
“Está claro que las inversiones en industria son preocupantes”, comentó hace unos días a Bloomberg Roberto Padovani, economista jefe de Votorantim Ctvm. “Muchos economistas creen que hay serios problemas relacionados con la competitividad, así como también la incertidumbre global económica”, agregó.
Las manufactureras locales están luchando para mantenerse competitivas contra sus rivales extranjeras, a pesar de que el real es la moneda que más ha caído frente al dólar este año de las 16 principales monedas rastreadas por Bloomberg.
Analistas de Morgan Stanley consultados por Reuters advirtieron que la inversión no muestra signos de una fuerte recuperación en 2013, indicando que el mercado se mantiene excesivamente optimista sobre la vitalidad de la economía brasileña. El banco de inversión estadounidense prevé que Brasil crecerá un precario 2,8% el próximo año.
Además de la poca inversión, los altos costos de producción y la escasez de trabajadores calificados también aparecen como factores que están limitando la expansión brasileña, a medida que los consumidores comienzan a llegar a sus límites de deuda después de un auge del crédito.
Menor producción
La producción industrial en septiembre cayó por primera vez desde mayo. “Lo que sorprendió fue que la disminución estuvo impulsada por las máquinas y el equipamiento, que cayeron 4,8%, y no por las ventas de los automóviles, como se esperaba”, comentó recientemente a Bloomberg Luciano Rostagno, analista jefe de Banco WestLB do Brasil. “Las ventas de autos sólo cayeron 0,7%”, añadió.
En tanto, el índice de actividad económica, que sirve como un indicador sustituto del PIB, disminuyó por primera vez en seis meses en septiembre.
A pesar de esto, hay algunas señales que sugieren que la economía está repuntando. La inversión extranjera directa en Brasil fue mayor a la esperada en octubre y las ventas del retail subieron por cuarto mes consecutivo en septiembre.
De acuerdo a una encuesta a economistas de Reuters, la segunda mayor economía emergente se habría expandido 1,2% en el tercer trimestre, el ritmo más rápido en más de dos años.
Para los últimos tres meses del año, el Banco Central estima un crecimiento superior a 4%.