Airbus es imputado por el siniestro del vuelo Río-París de AirFrance
Por su parte, la compañía europea acusó "ausencia de hechos" que comprueben la culpabilidad del fabricante.
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El fabricante aeronáutico europeo Airbus fue imputado hoy por "homicidio involuntario" por el juez instructor que investiga en Francia el siniestro del avión de Air France que se estrelló en junio de 2009 en el Atlántico cuando volaba entre Río de Janeiro y París, causando la muerte de sus 228 ocupantes.
El presidente de Airbus, Tom Enders, confirmó el procesamiento de su empresa en tanto que fabricante del avión, del modelo A330, al tiempo que mostró su descontento y subrayó "la ausencia de hechos" que a su juicio sustentan la acusación.
Airbus mantiene que el objetivo tendría que ser encontrar la causa del accidente y asegurar que nunca ocurrirá "de nuevo", señaló Enders, que en su comparecencia ante el juez estuvo acompañado del abogado de la compañía Simon N'Diaye.
También reiteró que la filial de EADS seguirá apoyando la investigación, incluida la búsqueda de las cajas negras, que es "la única manera segura de conocer la verdad".
Así aludió a la nueva campaña -la cuarta- dirigida por el organismo gubernamental francés encargado de los siniestros de aviones, el BEA, que debe iniciarse a partir del día 20 para localizar tanto las cajas negras como los restos del A330 de Air France.
El juez instructor ha convocado mañana a la compañía Air France, que debería estar representada por su director general, Pierre-Henri Gourgeon, y podría ser inculpada en la determinación de responsabilidades en la caída del avión, por causas que todavía no se han podido precisar.
El BEA ha constatado que las sondas Pitot para medir la velocidad de la aeronave fallaron, pero que por sí solas no pudieron causar la tragedia del 1 de junio de 2009.
Jean-Claude Guiudicelli, uno de los abogados de los familiares de las víctimas, afirmó: "no hay ninguna duda de la responsabilidad colectiva de Air France y de Airbus, puesto que la verdad en este asunto salta a la vista. Hay pruebas abrumadoras".
Entre esas pruebas Guiudicelli destacó que el sistema que comunica al ordenador de a bordo del avión los fallos técnicos indicó cuando estaba cayendo que las sondas Pitot no funcionaban y que por tanto los pilotos no podían controlar la velocidad de vuelo.
Air France sustituyó ese tipo de sondas en todos sus aviones tras el siniestro de su vuelo AF447.