Estados Unidos sufrirá “perjuicios reales” y “notorios” como consecuencia del nuevo paquete de sanciones económicas aprobadas contra Rusia con el argumento de su política en Ucrania, advirtió ayer el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
Moscú acusó además a la administración estadounidense de “vengarse de Rusia por su política independiente” en Ucrania. “Ya hemos hablado de la ilegitimidad y falsedad de las sanciones antirrusas adoptadas por Estados Unidos. No traerán más que el empeoramiento de las relaciones ruso-estadounidenses y un extremadamente mal ambiente en los asuntos internacionales, donde la cooperación de nuestros países juegan a menudo un papel clave”, subraya la nota de la cancillería rusa.
De acuerdo a Moscú, las sanciones adoptadas persiguen otorgar ventajas competitivas a las empresas estadounidenses que compiten en los mismos mercados. Asimismo, el Kremlin acusó a Washington de intentar cubrirse las espaldas al cargar sobre Moscú la culpa de la crisis en Ucrania para “evitar responsabilidades por el trágico desarrollo de los acontecimientos”.
Mientras la violencia en el este de Ucrania continúa aumentando, la Unión Europea anunció el martes un paquete de medidas más severas contra la economía rusa. Estados Unidos siguió su ejemplo, y el presidente Barack Obama anunció el bloqueo de bienes y tecnologías específicas exportados al sector energético ruso. “Porque estamos coordinando nuestras acciones con Europa, las sanciones que estamos anunciando supondrán un “bocado” aún mayor”, dijo Obama. “Los sectores energéticos, financieros y de defensa de Rusia están sintiendo el dolor.”
Por su parte, los líderes del G-7 -el grupo que incluye a los países más industrializados del mundo- afirmaron estar dispuestos a intensificar las sanciones económicas contra Rusia a menos que Moscú empezar a actuar para calmar la crisis en Ucrania. “Estamos convencidos que debe existir una solución pacífica para el conflicto actual”.