Renovado impulso del consumo afianza la recuperación económica de Estados Unidos
Aunque moderado, el ritmo más rápido de crecimiento afianza un escenario de progreso en línea con la visión optimista de la Reserva Federal.
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Tras un tibio comienzo de año, la mayor economía del mundo se expandió a un ritmo más rápido en el segundo trimestre, sustentada por el repunte del consumo que sirvió para compensar la menor inversión en equipamiento de las empresas.
El Producto Interno Bruto de Estados Unidos creció a una tasa anualizada de 2,3% entre abril y junio, una mejora respecto al primer trimestre aunque por debajo de la media de las estimaciones del mercado de 2,5%. El dato, sin embargo, afianza un escenario de progreso en línea con la visión optimista de la Reserva Federal, que el miércoles indicó que la economía se está expandiendo de forma "moderada" e insistió en la fortaleza del mercado laboral y en la mejora "adicional" del mercado inmobiliario.
"El dato del PIB del segundo trimestre apoya el tono más optimista de la Fed sobre las condiciones económicas y sugiere que la economía podría superar un escenario de tasas de interés más elevadas", afirmó Steve Murphy, de Capital Economics.
Aunque el avance de 2,3% anualizado está ligeramente por debajo de su expectativa (2,8%), el economista reconoce que con la revisión al alza del dato del primer trimestre del año, de una contracción de 0,2% a un avance de 0,6%, "el crecimiento en el primer semestre fue en realidad un poco más fuerte de lo que anticipamos".
Esta primera lectura del PIB del segundo trimestre (está sujeta a dos revisiones, la primera a fines de agosto), es relevante de cara a la reunión de la Fed de septiembre en la que, dado que este moderado avance sugiere que la economía podría soportar un alza de los tipos de interés, los expertos ven posible que el banco central se decida a realizar la primera subida de tipos en nueve años.
Motores del trimestre
Según los datos publicados ayer, el avance del PIB en el segundo trimestre se apoyó en la robusta expansión del gasto personal (de 1,8% a 2,9%) impulsado por la mejora del mercado laboral y un escenario de bajos precios del combustible que permite a los hogares utilizar el dinero que se ahorran para gastar.
El crecimiento trimestral también se benefició del repunte del gasto público (de -0,1% a 0,8%). Ambos aspectos sirvieron para más que compensar la caída en la inversión privada (de 8,6% a 0,3%) tanto en estructuras como en equipamiento.
Las exportaciones, en tanto, registraron entre abril y junio un aumento de 5,3%, frente al descenso de 6% del primer trimestre, pese a la fortaleza del dólar. "No cabe duda que el paro portuario de la costa oeste distorsionó los flujos de comercio en el primer trimestre", indicó Schroders ayer en una nota. Las importaciones, en tanto, subieron moderadamente, lo que dejó un déficit comercial menor, que sumó 0,13 punto porcentual al crecimiento del PIB, consignó Reuters.
Ante el alza de los precios del petróleo en el segundo trimestre y del gasto del consumidor, la inflación se aceleró con fuerza. El índice de precios de consumo personal repuntó a una tasa de 2,2%, la más alta desde el primer trimestre de 2012, tras caer 1,9% a comienzos de año.
Previsiones
Hacia delante, Capital Economics dijo que espera un crecimiento promedio anualizado del PIB cercano a 3%, apoyado en la mejora del sector minero y el debilitamiento del impacto de la apreciación del dólar. "Esto daría suficiente base para un crecimiento de alrededor de 2,8% el próximo año y apoyo para el alza de las tasas de interés más pronto que tarde", afirmó la consultora. Las estimaciones de la Fed apuntan a un 2% para 2015 y 2,5% en 2016.
los últimos tres años fueron más débiles de lo estimado
La actualización de datos de crecimiento desde 2012 publicada ayer reflejó que la expansión económica en los últimos tres años fue más débil de lo inicialmente estimado. Desde fines de 2011 a fines de 2014, la economía avanzó a una tasa anualizada de 2,1%, frente al 2,4% reportando anteriormente. La mayor revisión fue para el dato de 2013, que pasó de 2,2% a 1,5%, la tasa más baja desde que el país salió de la recesión en 2009. "Esto sugiere que la recuperación ha sido más débil de lo estimado (alrededor de 0,7% desde 2012) y que, o la economía es más débil de lo previsto, o el crecimiento potencial es menor de lo que se cree, posiblemente por debajo de 2%. Lo primero podría hacer que la Fed no estuviera tan dispuesta a elevar las tasas este año, mientras que lo segundo podría funcionar en la dirección opuesta", explicó BMO Capital Markets en una nota. Aún así, "la mejora sustancial de este trimestre y la previsión de que siga fortaleciéndose (estimamos 3% en el trimestre actual), debería mantener la posibilidad de un alza de tasas en septiembre sobre la mesa".