En la víspera de su sexto discurso anual del Estado de la Unión, el presidente Barack Obama está dando un giro a su discurso, dejando atrás la cautela y apostando por elogiar la recuperación económica estadounidense.
Si durante gran parte de 2014 templó su mensaje sobre la economía indicando que había mejoras, pero que los beneficios de la recuperación aún no llegaban a millones de personas, en las últimas semanas ha adoptado un tono alcista. "El resurgimiento económico es real. No dejen que nadie les diga lo contrario", ha señalado recientemente el mandatario, que a dos años de terminar su período estaría intentando dejar asentado su legado económico de recuperación post crisis.
Buenas cifras
Mientras el Banco Mundial volvió a recortar la semana pasada su proyección de crecimiento en 2015 para la mayoría de las economías, desarrolladas y emergentes por igual, la entidad destacó la sólida recuperación de EEUU, que aparece como una de las pocas luces que siguen brillando en el panorama global.
Con una tasa de desempleo de 5,6% en diciembre, la más baja desde 2008, las empresas añadieron otros 252.000 empleos el último mes de 2014.
El precio promedio de los combustibles en su menor nivel desde mayo de 2009, está liberando más recursos para que los hogares estadounidenses puedan gastar. Y aunque el mercado de valores se ha debilitado un poco en los últimos días debido a la caída del petróleo, el índice Dow Jones estableció un récord al cerrar en 18.053 el día después de Navidad.
Gracias a estos positivos indicadores, el presidente afrontará mañana su discurso con buenas cifras de aprobación. El respaldo a su gestión avanzó cinco puntos a 47% en diciembre, a medida que los estadounidenses perciben las mejoras económicas, según Pew Reserch Center.
Para su discurso de mañana, se espera el mismo optimismo. En contra de la tradición, sin embargo, no se esperan grandes anuncios, ya que durante las primeras semanas del año fue adelantando los temas que ocuparán la agenda del gobierno este año, con la intención de atraer más atención sobre cada asunto en particular.
Voces críticas
Con algunas voces críticas entre los republicanos y en su propio Partido Demócrata subrayando el estancamiento de los salarios y la creciente brecha entre ricos y pobres, aliados de la Casa Blanca han advertido que un mensaje presidencial demasiado triunfalista podría ser contraproducente, si no reconoce que muchos ciudadanos aún afrontan dificultades. "Tiene que explicar por qué hay problemas y qué se puede hacer al respecto", dijo a AP Lawrence Mishel, economista y presidente del Instituto de Política Económica, de tendencia liberal.
"Todavía estamos ante una situación muy cambiante y existe la preocupación de que cualquier día los indicadores vayan en una dirección diferente", dijo la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Jennifer Palmieri, según AP. Pero, "ahora se siente que tenemos un terreno sólido debajo de nosotros".
Funcionarios de la administración han apuntado que una de las claves de su mensaje sería que la mejora de la clase media es posible si hay esfuerzo conjunto de trabajadores y empresas, consignó Reuters.
Acuerdo con Cuba
En política exterior, se espera que dé señales de continuismo y utilice los atentados en París para ilustrar la lucha contra el extremismo, pero a su manera, por la vía diplomática más que militar. Además, el restablecimiento de relaciones diplomáticas y el levantamiento de algunas sanciones a Cuba y el acuerdo de cambio climático con China le dan impulso para defender su estrategia de resolución de problemas a largo plazo.