La actividad industrial de la eurozona marca máximos de 71 meses

Según el índice PMI, la actividad industrial de la eurozona marcó máximos de 71 meses. 

La aceleración de la actividad fabril en la zona euro ha estado protagonizada en marzo por el núcleo formado por Alemania, con 58,3 puntos, su máximo de 71 meses, junto a Países Bajos, con 57,8 puntos, su máximo en 2 meses, y Austria, con 56,8 puntos, su mejor lectura en tres meses, mientras en Italia el dato subió a 55,7 puntos, su máximo en 72 meses.

Los nuevos pedidos para exportaciones aumentaron en casi todos los países cubiertos por el estudio, salvo Grecia, mientras que el empleo en el sector manufacturero de la zona euro creció por trigésimo primer mes consecutivo. De hecho, la tasa de la creación de empleo se aceleró en marzo hasta alcanzar su récord de casi seis años.

Por su parte, las presiones inflacionistas se mantuvieron elevadas al final del primer trimestre, cuando los precios de compra soportados por los fabricantes aumentaron a una tasa cercana a la máxima de 69 meses del mes de febrero, lo que dio lugar al mayor aumento de los precios de venta desde junio de 2011.

Asimismo, los autores del estudio apreciaron indicios de una mejora del poder de fijación de precios de los vendedores, incluyendo un aumento del plazo medio de entrega de los proveedores, indicador que mide las presiones en la cadena de suministro, que se alargó en su mayor medida desde mayo de 2011, permitiendo a los vendedores elevar aún más sus precios.

"Todos los indicadores clave de la actividad empresarial - actividad, nuevos pedidos, exportaciones, pedidos pendientes de realización y empleo- están cerca de sus máximas de seis años", destaca Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, quien, sin embargo, señala que los retrasos de los proveedores "envían una señal de advertencia sobre las crecientes presiones inflacionistas".

En consecuencia, el experto subraya que los precios cobrados por los productos que salen de fábrica han subido a la tasa más rápida desde mediados de 2011, a pesar de que en marzo se observó una caída del precio del petróleo y un euro más fuerte frente al dólar.