El gobierno argentino realizaba anoche negociaciones de último minuto con el mediador Daniel Pollack para evitar el default. Ayer en la tarde llegó a Nueva York el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien viajó desde Caracas, donde asistía junto a la presidenta Cristina Fernández a la cumbre del Mercosur.
Las negociaciones llegaron a un momento clave cuando un grupo de bancos privados argentinos anunció que estaba dispuesto a aportar una garantía de US$ 250 millones a los holdouts (inversionistas que no concurrieron a anteriores canjes) a cambio de que el juez de Nueva York Thomas Griesa reponga la orden de no innovar (stay) por al menos tres meses, para evitar que Argentina ingrese al default y para darle tiempo al país de negociar sin que se dispare la cláusula RUFO. Esta cláusula, que expira a fin de año, impide que las autoridades concedan voluntariamente mejores términos a los holdouts sin extenderlas a los tenedores reestructurados.
La medida fue votada por los socios de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), la entidad encabezada por Jorge Brito, presidente del Banco Macro, afirmó La Nación.
Al menos un representante de los bancos viajaba anoche a Nueva York para presentar la propuesta, publicó El Cronista. La suma planteada sería del agrado del fondo NML Elliot Management, que representa Paul Singer, aseguró el medio.
La medida cautelar de 90 días es lo mismo que pidieron a Griesa más temprano los bonistas europeos que sí se acogieron a los canjes de 2005 y 2010, para evitar el default. En los tres meses de plazo, Argentina deberá conseguir que los distintos grupos de tenedores de bonos del canje acepten el compromiso de no exigir el cumplimiento de la cláusula RUFO si el país negocia con los holdouts.
Con ese compromiso –que ya hicieron público los bonistas europeos- el gobierno podría negociar con los “fondos buitre” sin el temor de que se acumulen demandas en su contra de los tenedores que sí se acogieron al canje exigiendo el pago de un 100% de lo adeudado.
La garantía sería entregada por los bancos privados y no el Estado ni ninguna empresa estatal para que el Ejecutivo no pueda ser acusado de haber iniciado negociaciones, lo que activaría la RUFO.
La ronda de negociaciones comenzó ayer temprano. Los secretarios de Finanzas, Pablo López, y de Legal y Técnica de Economía, Federico Thea, y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, ingresaron a las oficinas de Pollack al mediodía sin hacer declaraciones. Hasta el cierre de esta edición, las partes seguían negociando.
Apoyo en Mercosur
Ayer la presidenta Fernández obtuvo apoyo de sus pares del Mercosur en la reunión a la que asistió en Venezuela. “Estas maniobras especulativas constituyen no sólo un daño para Argentina, sino un daño a todos los países del sur”, dijo el mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien agregó que Buenos Aires cuenta con todo el apoyo de los jefes de Estado que asistieron a la cumbre. Según Maduro, su par uruguayo José Mujica manifestó en una cita privada que “hay que ir más allá de las declaraciones de acompañamiento y hermanamiento” y que hay que acordar acciones para “acompañar a Argentina y salir airosa” de esta situación.
Por su parte, la presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo que este conflicto “afecta a todo el sistema financiero internacional” y advirtió que “no podemos aceptar que los especuladores pongan en riesgo” a los países deudores.
Durante el discurso con el cual asumió la presidencia pro témpore del Mercosur, Fernández agradeció el apoyo del bloque regional y adelantó que seguirá cumplimiento con todos los vencimientos de la deuda que Argentina mantiene con los bonistas que se acogieron a los canjes.
Impacto del default
En tanto, Standard & Poor’s adelantó que si no se desembolsa el dinero de los acreedores, colocará a la nación bajo default selectivo a partir de esta misma noche. En entrevista con Bloomberg, la experta Delfina Cavanagh sostuvo que “estamos analizando si es que los acreedores han recibido sus pagos, sin importar los impedimentos legales”.
Si Argentina no evita el default la actividad sufriría una fuerte contracción durante lo que queda del año y existe la posibilidad de que la nación vuelva a un camino inestable, aseguró un reporte de Bank of America (BofA) publicado ayer.
El principal problema es la demanda de dinero, que bajo un incumplimiento se volvería inestable, ya que los ciudadanos probablemente saldrán a comprar dólares. “Como resultado, esperaríamos que la demanda de dinero cayera, que el peso se debilitara en el mercado paralelo y que la actividad se hundiera incluso más”, dijo el economista jefe para América Latina del banco, Marcos Buscaglia. El analista estimó que la actividad podría contraerse hasta 5% más respecto del escenario central.
FMI: Negativo Precedente
El FMI ve poco probable que un nuevo default de Argentina tenga un impacto significativo en otros países debido al aislamiento de la economía. Así lo expresó ayer la titular del organismo, Christine Lagarde. "Aunque un default siempre es lamentable, no creemos que tenga consecuencias importantes en el exterior", afirmó Lagarde.
Sin embargo, la jefa del FMI sí se mostró preocupada por el impacto de los fallos de la Justicia norteamericana. "El resultado de las decisiones legales que se están tomando en Nueva York tienen un significado mucho más amplio" y obligan a revisar "los principios de reestructuración de deudas y la eficiencia de las cláusulas de acción colectiva".
