FMI: “En el futuro el crecimiento deberá basarse más en buenas políticas porque el entorno no ayudará”
FMI espera que la economía chilena acelere desde 1,8% en 2014 a 2,7% en 2015. Junto con Perú, es la única que repuntará.
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Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional apuntan a que Chile crecerá 2,7% en 2015. Si bien la cifra se sitúa más cerca del piso proyectado por el Banco Central de Chile (con un rango de crecimiento previsto entre 2,5% y 3,5%), y por debajo de la estimación previa de la entidad (3,3% en octubre y revisado a 2,8% en enero), para el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, esta previsión "incorpora una recuperación decente de la actividad económica".
"En 2014, el crecimiento fue de 1,8% y estamos esperando una aceleración al 2,7%. De manera cualitativa, se comparte el diagnóstico de que la depreciación del tipo de cambio, el impulso fiscal, la estabilidad que ya se ha registrado en los indicadores de confianza; van a hacer que se empiece ya a registrar en los números de crecimiento económico la recuperación de las exportaciones, un escenario de inversión donde ésta deje de caer y ya exhiba tasas de crecimiento positivas; y yo creo que desde el punto de vista cualitativo el escenario es muy positivo", explicó ayer Werner en entrevista con DF tras la presentación del informe del FMI "Perspectivas Económicas: Las Américas".
Chile y Perú lideran
El crecimiento proyectado para Chile se enmarca en un año en que la entidad espera para América Latina una expansión por debajo a 1%, la menor desde 2002 sin contar la breve recesión de 2009. La revisión a la baja en las economías de América del Sur se debe al debilitamiento de los mercados mundiales de materias primas y su impacto en la inversión empresarial y la actividad económica. Pese a esto, según el Fondo, en 2015 sólo Chile y Perú registrarían un repunte del crecimiento gracias a la aplicación de políticas expansivas y la eliminación de frenos a corto plazo en la actividad, y también por la depreciación de la moneda.
Según Werner, la clave para recuperar un crecimiento sólido en el mediano plazo, tanto en Chile como a nivel regional, radica en la aplicación de reformas estructurales para elevar la inversión, la productividad y el producto potencial. "Hay que trabajar más para alcanzar las tasas de crecimiento que en el pasado fueron producto de buenos marcos de política y de un entorno favorable. En el futuro, necesitamos que el crecimiento se base más en las buenas políticas porque el entorno no nos va a ayudar tanto como en el pasado", indicó.
Si bien la inversión ha caído notablemente en los últimos años, Werner destacó que "históricamente, en América Latina ha sido más baja en comparación con otros mercados emergentes como Asia". Por otra parte, el aumento de los últimos años "se explica en parte por el incremento en el precio de las materias primas y la inversión en los sectores de metales, agrícolas y energéticos. En la medida en que esto se está revirtiendo, la preocupación es que estamos volviendo a los niveles históricos bajos y tampoco es que tuviéramos un auge tan importante en la inversión".
Para el economista, la clave está en las medidas que se tienen que adoptar porque el escenario externo para los próximos años, desde el punto de vista del precio de las materias primas y condiciones de financiamiento, no va a ser tan favorable. "Claramente, tanto en Chile como en otros países, hay que buscar cambios en el entorno económico, que fomenten la inversión, la productividad es importante, y ahí temas en el sector energético bastantes comunes a la región, disminuir el costo de la energía, etc.", indicó.
"También los temas educativos son importantes, el tener una fuerza laboral más educada, más versátil es muy importante en este mundo tan dinámico en el sector corporativo para lograr atraer inversión tanto doméstica como extranjera. Y tercero, el tema de la infraestructura. En toda América Latina la calidad de la infraestructura no es la adecuada y los niveles de infraestructuras nunca fueron los adecuados y con el crecimiento económico tan dinámico que se tuvo hay muchos cuellos de botella en la región. Esas tres áreas son áreas donde todo los países de América Latina tiene que trabajar", agregó.
Reformas necesarias
Además de las dificultades relacionadas con la caída de los precios de exportación de las materias primas y la consecuente caída en la inversión, el informe del FMI señala que para el próximo año la economía chilena afronta incertidumbres importantes que ensombrecen el horizonte, como el impacto de las reformas en curso. Para Werner, al igual que se ha observado en otros países de la región, la incertidumbre derivada de la discusión de las reformas es "natural y parte del proceso".
En este sentido, el jefe de misión del FMI para Chile, Roberto Cardarelli, destacó que la actividad económica se estabilizó en el tercer trimestre del año pasado "y está mejorando". "Las exportaciones, por ejemplo, están siendo ayudadas por la depreciación del peso; la confianza de las empresas se está recuperando, el nivel no es muy alto, pero es un repunte significativo, y hay buenas señales del sector manufacturero, del consumo y del mercado laboral, donde hay un dinamismo que es sorprendente; también los salarios se están incrementando con un ritmo muy elevado, lo que ayuda al consumo, y el impulso monetario fiscal es un impulso muy importante", argumentó.
Según Werner, evaluar cuál de las reformas habría generado mayor incertidumbre "es difícil". "Lo que hubo es un paquete de reformas, donde la reforma fiscal y la reforma educativa eran dos pilares en términos del paquete de políticas (...) El financiar un aumento en el gasto y una reforma educativa es un tema que, viéndolo desde la perspectiva de lo que hay que hacer para incrementar el crecimiento en el mediano plazo y transitar a un espacio donde el crecimiento dependa menos de factores externos, creemos que es necesario para este país".
Para Cardelli, "las reformas son necesarias porque van a incrementar la productividad y el crecimiento de largo plazo". "Van en la dirección correcta, para incrementar la calidad del capital humano y afrontar los cuellos de botella que están afectando a la productividad, en particular en infraestructura, energía y transporte, aunque no se puede descartar que pueda haber un impacto temporal sobre la confianza", apuntó.
Para el experto, aunque las empresas prefieren la certidumbre y ante los cambios pueden adoptar la actitud de esperar, el efecto es temporal. "Es muy difícil atribuir la desaceleración de la inversión a las reformas, pero cabe destacar que el impacto a largo plazo de las reformas será probablemente positivo", concluyó.
Aumentan riesgos de deterioro económico en América Latina
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa para el presente año un escenario de mayores riesgos para América Latina, en un contexto de menor inversión y de un crecimiento potencial más acotado.
De acuerdo al informe publicado ayer, la actividad en América Latina sigue muy debilitada, con un alza de sólo 0,9% durante 2015. La región está siendo golpeada fuertemente por los menores precios de las materias primas, lo que está afectando la inversión y la economía en general. En particular la región de América del Sur será la más afectada por este escenario.
A esto, se suma que los riesgos para la zona siguen inclinándose hacia la baja, considerando una desaceleración de China que puede ser más pronunciada de lo visto hasta ahora -lo que perjudicaría aún más a los exportadores de commodities. Además, los riesgos financieros se han intensificado, en un contexto en el que las mejores perspectivas para EEUU podrían acelerar el alza de la tasa de política monetaria, provocando volatilidad en los mercados y endurecimiento en las condiciones de financiamiento.
Asimismo, se evidencian menores holguras de capacidad en la región, con lo que las perspectivas de crecimiento de mediano plazo se han reducido. De hecho, el organismo indica que, a pesar de que los mercados laborales se han debilitado, el empleo sigue en niveles históricamente bajos en las principales economías de la zona, dando cuenta de los pocos espacios para aumentos de la actividad por el lado del capital de trabajo.
Esto se suma a una caída de la inversión en la región y un crecimiento de la productividad "crónicamente lento".
Todo lo anterior "apunta a un problema más profundo, de bajo crecimiento potencial que , sin reformas importantes, podría perjudicar el proceso de convergencia de la región", indica el FMI.
Reformas estructurales clave
El FMI plantea que para recuperar una senda de crecimiento, es clave la aplicación de reformas estructurales que eleven la inversión, la productividad y el producto potencial.
"Los esfuerzos deberían concentrarse en eliminar los críticos cuellos de botella en términos de infraestructura y capital humano, áreas en las que la inversión privada puede ser fundamental", sostiene el reporte del organismo.