Economía

“Endeudamiento externo de privados puede afectar al sistema financiero y la economía”

De acuerdo a Ruiz, si bien se prevé que América Latina crecerá 3% en 2014, existen incertidumbres y riesgos que no se deben subestimar.

Por: Belén López-Palop de Piquer
 | Publicado: Lunes 23 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
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Las proyecciones recientes dibujan un panorama más positivo para la economía global, con una recuperación que continúa en EEUU y, aunque a un ritmo más lento, también en Europa. En este contexto, se prevé que América Latina y el Caribe crecerá a niveles cercanos a su potencial de 3% en 2014, y que el ritmo de crecimiento aumentará ligeramente en los años posteriores.

Sin embargo, de acuerdo al economista jefe del Banco Interamericano del Desarrollo (BID), José Juan Ruiz, existen incertidumbres y riesgos al alza y a la baja que no sería prudente subestimar.

Por el lado positivo, destaca, una recuperación en EEUU más fuerte de lo previsto podría tener un impacto positivo en Latinoamérica. No obstante, datos más sólidos sobre la economía global también podrían propiciar una reducción más rápido de lo previsto en la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal y aumentos más rápidos de lo previsto en las tasas de interés a corto plazo.

Si bien este proceso de normalización monetaria podría desarrollarse suavemente, -de acuerdo al economista es una crónica anunciada-, uno de los riesgos es que provoque bruscas caídas en los precios de los activos y, en algunos casos, depreciaciones de las monedas. Además, un aumento en las tasas de interés de las economías desarrolladas podría provocar fugas de capitales en la región.

Para el economista, además, la región estaría expuesta a riesgos provenientes de otras partes del mundo. China se ha convertido en un socio comercial importante y aunque sus tasas de crecimiento han disminuido, subsiste la preocupación de que puedan caer aún más.

“La normalización del mundo no necesariamente es algo malo para América Latina, pues lo que se pierde por menor crecimiento endógeno de corto plazo ante el ajuste del precio de los commodities y por mayores tipos de interés, se recupera al estar América Latina más integrada en la economía mundial a través del mayor crecimiento de los desarrollados. Es un efecto composición”, explicó.

Apuntó que, obviamente, el impacto potencial de esos riesgos es distinto para cada uno de los países de la región, dependiendo tanto de la naturaleza del shock, como de las condiciones institucionales y, fundamentalmente, macroeconómicas de cada economía.

En este sentido, indicó, que si bien Chile puede estar más expuesto o ser más vulnerable a alguno de los shocks potenciales, cuenta con una mayor capacidad de respuesta para hacerles frente.

“Claro ejemplo de esto fue lo que ocurrió en 2007-2008. Los bajos grados de dolarización, la posición neta acreedora de Chile, sus reglas fiscales, la credibilidad que tienen sus instituciones monetarias… no es que aíslen a Chile del golpe, pero le dan al país una capacidad de respuesta infinitamente mayor en la que Chile es capaz de modular en el tiempo los impactos de esos shocks”, señaló el experto.

“Chile es keynesiano cuando las cosas van mal y hay que gastar, pero también tiene reglas que le hacen ahorra cuando las cosas están bien, y ahorra”, agregó.

Para Ruiz, “hay una parte que son las políticas a corto plazo, en la que Chile tiene todos los márgenes y la capacidad técnica para poderlos enfrentar, y hay otro tema, que no es el ciclo, es la tendencia. Ésta depende, más que de las políticas monetarias o fiscales, de las instituciones y de su capacidad para reasignar recursos y mejorar su productividad. Esas reformas que deberían dar a Chile ese punto y medio, dos puntos de crecimiento por mejora de la reasignación de los recursos, del funcionamiento de su mercado de trabajo, de su mercado de servicios, de su defensa de los consumidores…”.

Resultados finales


Los resultados finales también dependen de lo preparada que esté la región actualmente para responder a los impactos. Para el economista jefe del BID si bien las economías de la región se encuentran en una posición más sólida que la que tenían durante las crisis financieras de mediados de los años noventa, la mayoría de los países está en una posición más débil que en 2007, antes de que se precipitara la Gran Recesión.

“Se han estrechado mucho los márgenes de maniobra fiscal. En Latinoamérica, al 2013, el superávit primario estructural presentaba un déficit del 0,7%. Si a esto le sumas que la carga de intereses está alrededor del 2,4%, en realidad el déficit fiscal estructural de América Latina es de 3 puntos del PIB”.

Además, durante los años siguientes a 2007 se ha aumentado los niveles de dolarización. “La redolarización en América Latina que no viene del sector público, sino que los sectores privados de las economías, que son los que tienen acceso a los mercados de capitales, han estado emitiendo en dólares. El grado de dolarización ha aumentado respecto de 2007 y este es un problema importante”.

“Nuestra recomendación es analizar con cuidado en qué está utilizando el sector privado su endeudamiento externo porque puede tener consecuencias sistémicas para los sistemas financieros locales y para la economía”. 



Argentina


“Las decisiones de esta última semana ponen al país en una situación compleja”, aseguró asimismo José Juan Ruiz en alusión a las idas y venidas del gobierno argentino una posible negociación con los holdouts.

En su opinión, si Argentina sale de esta situación con su problema de reestructuración de deuda resuelto sería un gran avance. “Argentina tiene capacidades y recursos que le deberían permitir volver a crecer a tasas muy razonables”, indicó Ruiz, que esta semana visitará Chile.

ESCENARIOS ALTERNATIVOS DEL BID
De acuerdo al informe "La recuperación global y la normalización monetaria: ¿cómo evitar una crónica anunciada?", del BID, si la economía de Estados Unidos creciera este año, en vez del 3% estimado en el escenario base, un 4% y, los demás riesgos permanecieran constantes, el PIB promedio de América Latina se aceleraría de 3% este año a 5% a fines 2015.
En tanto, una subida en los tipos de interés de Estados Unidos más rápida de lo previsto haría caer la tasa de crecimiento base que proyecta el BID para la región de 3% a 2%.
Un último shock individual dice en relación con una tasa menor del crecimiento de China (se espera que el crecimiento sea de 7,5% en 2014 y que disminuya a 7% hacia 2016), traducida a un ajuste endógeno en el precio de los commodities.
Esto llevaría a la tasa base promedio de Latinoamérica hasta el 1,5%. "A diferencia de los tipos de interés, aquí veríamos una recuperación gradual, hasta que en el medio plazo volvería a converger con la tasa de 3%", señala el reporte.

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