La economía de Estados Unidos ha mostrado señales de repunte en las últimas semanas después de un duro invierno boreal, pero estas mejoras no significan que el país está preparado para que la Reserva Federal deje de aplicar su estímulo, según Janet Yellen.
En su testimonio frente al Congreso sobre la perspectiva económica, la presidenta del banco central afirmó que, debido al considerable nivel de rezago en el mercado laboral y a la continua inflación por debajo de la meta de 2%, “un alto grado de flexibilidad monetaria sigue siendo justificado”.
La economista espera que la actividad se expanda en 2014 a un ritmo más rápido que el registrado el año pasado, que la tasa de desempleo mantenga su tendencia a la baja y que la inflación comience a acercarse al objetivo de la Fed.
Sin embargo, Yellen se refirió a dos elementos de incertidumbre que monitorearán de cerca por su potencial impacto en el desempeño de la primera economía del mundo. A nivel internacional, a las autoridades les preocupa que los acontecimientos adversos en el exterior, como las tensiones geopolíticas o la intensificación de las presiones financieras en los mercados emergentes, puedan debilitar la confianza en la recuperación global.
En términos domésticos, la jefa de la Fed aseguró que la reciente desaceleración en el mercado inmobiliario podría extenderse por más tiempo del esperado en vez de retomar el ritmo mostrado previamente.
“Las lecturas sobre la actividad en este rubro –un sector que se ha estado recuperando desde 2011– se han mantenido decepcionantes en lo que va del año y esto merece ser observado”, declaró.
Fin de las compras
Uno de los legisladores que asistió a la sesión le preguntó a la banquera central cuándo preveía que terminarían las compras mensuales de activos, programa que desde diciembre ha sido reducido desde
US$ 85 mil millones a sus actuales US$ 45 mil millones.
La sucesora de Ben Bernanke sostuvo que si las proyecciones de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto respecto de la evolución de la economía en lo que queda del año se materializan, el estímulo cuantitativo finalizaría durante el otoño (boreal).
En cuanto a la normalización de las tasas de interés desde su actual mínimo de entre 0% y 0,25%, Yellen prefirió no entregar un cronograma, ya que este proceso dependerá de cómo evolucione la economía. En todo caso, anticipó que tomará un tiempo volver a los niveles de los tipos considerados históricamente normales.