En su paso por Chile, el economista francés y autor de "El Capital en el Siglo XXI", Thomas Piketty, ha sido aclamado por los sectores de izquierda como una verdadera celebridad, generando muestras de fervor en cada uno de los eventos en que se ha presentado.
Y no es para menos, ya que su trabajo sobre la desigualdad de los ingresos, que se basa en el pensamiento de Karl Marx, ha traído el renacimiento de un discurso que había quedado prácticamente en silencio desde la caída del Muro de Berlín.
Pero con la misma fuerza, su obra ha sido criticada por los expertos de derecha, que denuncian errores metodológicos, omisiones importantes y contradicciones de fondo en sus planteamientos. Las editoriales de los medios y los blogs de Internet han bullido en estos días con reacciones a su obra.
A pesar de los cuestionamientos, casi todos coinciden en el aporte que representa su trabajo de recopilación de estadísticas históricas para el debate económico.
Aquí, cuatro expertos chilenos exponen las fortalezas y debilidades de su investigación.
"Las proyecciones son lo más débil del libro"
Si bien Erik Haindl se vio cautivado por la gran cantidad de datos históricos que incluye el libro, el director del Instituto de Economía de la Universidad Gabriela Mistral repara en que Piketty cometió tres errores.
El primero es que no considera que, a medida que las economías se acercan a su estado estacionario, la renta real del capital generalmente baja y, en general, converge hacia los ritmos de crecimiento de la economía.
El segundo es que supone que la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo es mayor a uno, lo que implica que la participación del capital en el producto aumenta y la participación del trabajo disminuye. "Obviamente eso le conduce a la concentración", aseguró y explicó que la mayoría de los análisis empíricos muestra que el indicador es menor a uno.
Por último, no es correcto asumir que todos los millonarios heredaron su riqueza. "Piketty ignora temas como el avance tecnológico y la renovación que se genera en las capas superiores de la población", comentó.
Haindl cree que el revuelo causado por el libro no se justifica y que "le está dando banderas a la izquierda, que ya no tenía ninguna".
"Seguramente, a muchos de sus partidarios lo que les gusta son algunas de las conclusiones, pero justamente las proyecciones son la parte más débil del libro".
Sin embargo, Haindl reconoce que Piketty "se dio un trabajo de quizás toda su vida de coleccionar estadísticas de concentración de riqueza. Este es un aporte gigante".
Al experto le "encantó" el modelo matemático simple y bien formulado que propone, aunque su gran contribución es la idea que la fuerza de la concentración depende de la diferencia entre la renta del capital y el ritmo de crecimiento de la población.
"Hay un evidente problema con sus supuestos"
Para Luis Felipe Lagos, macroeconomista senior de Libertad y Desarrollo, "El Capital en el Siglo XXI" es una obra "interesante", pero adolece de problemas profundos.
En su opinión, las "leyes fundamentales" de la obra de Piketty se articulan en torno a supuestos poco razonables, como que el ahorro neto es constante en el tiempo y el retorno del capital no cae cuando éste se incrementa; no considera el riesgo explícitamente y olvida las relaciones entre estas variables. Más aún, "es un libro acerca de la riqueza en el siglo XXI que excluye una de las formas de riqueza más importantes y atomizadas de la actualidad: el capital humano y el cambio tecnológico tampoco juega un rol central en explicar la desigualdad".
El experto destacó el esfuerzo en la recopilación de series históricas de datos, pero señaló que existen trabajos recientes, como el de Magness y Murphy, "que al estudiar con detalle la base de datos descubren múltiples errores, reemplazos e interpolarización de estos que son bastante antojadizos, lo que afecta la rigurosidad del trabajo".
Lagos critica que el libro tiene un "evidente problema con sus supuestos y teorías donde no hay lugar para el capital humano, tecnología e instituciones para explicar los cambios en la distribución del ingreso".
Además, subrayó que los datos tienen poco que ver con las proyecciones al 2100 y "menos aún con su propuesta de política de un impuesto global al capital e impuestos expropiatorios al ingreso de los más ricos en los países de tasa marginal igual a 80%". El atractivo de este extenso tratado de economía para quienes lo celebran estaría entonces, según Lagos, en sus "erradas conclusiones" y en la recomendación de una política tributaria "utópica".
"Replantea la manera de hacer economía"
La profundidad de la investigación, la mezcla del análisis económico y político y el retorno del tema de la distribución de ingresos al debate económico es lo que más valora Eugenio Rivera de la obra de Piketty.
De acuerdo con el director de programa económico de Chile 21, Piketty "hace un trabajo empírico difícil de encontrar en la actualidad" y su estudio "replantea la manera de hacer economía".
El especialista destacó la gran claridad teórica que plantea con un manejo muy sencillo del problema. "Con tres o cuatro fórmulas muy simples es capaz de identificar cuáles son las tendencias históricas de la desigualdad en los principales países del mundo", sostuvo.
Frente a las críticas que ha recibido la propuesta de aplicar un impuesto global a la riqueza y el ingreso, Rivera defiende al economista galo afirmando que "él combina el análisis económico con el político de manera de proponer una serie de líneas de acción muy relevantes".
Otro de los puntos rescatables del texto es que "recupera la idea que el problema de la distribución del ingreso es crucial y que debe ser abordado por el pensamiento económico", comentó.
En cuanto a la discusión que se ha generado en torno a las posturas planteadas por el libro, el experto en políticas públicas cree que el furor se explica porque "expresa una gran insatisfacción con los resultados de lo que ha sido el gran predominio del pensamiento neoliberal".
Tal como lo propone Piketty, "de no introducirse cambios significativos en varios aspectos, estamos avanzando hacia una concentración del ingreso que podría alcanzar los niveles que existían en la Europa del siglo XIX".
"Apunta a un tema fundamental del modelo"
El rector de la Universidad San Sebastián, Hugo Lavados, considera que la obra de Piketty destaca por la utilización de series de datos que prácticamente no se habían usado, por el notable esfuerzo en recolección de información, y porque su planteamiento "apunta hacia un tema fundamental del resultado de un modelo económico, como es la concentración de la propiedad y del ingreso".
El interés que generaron sus planteamientos en Estados Unidos, mayor al que suscitó en Europa, se debe, en su opinión, a que la tendencia hacia una mayor concentración de la propiedad y del ingreso en un porcentaje cada vez menor de la población se ha hecho muy evidente en los últimos años.
El experto considera que el argumento de Piketty sobre que la desigualdad aumenta en términos de los porcentajes del ingreso total que perciben distintos sectores de la población, y eso lleva a que cada vez más un mayor porcentaje del ingreso y la riqueza quede en manos de un 1%, "no se observa en Chile, donde hay una fuerte desigualdad pero no se ha producido un aumento de ella".
Para Lavados no cabe la posibilidad de reconstruir el modelo de Piketty para aplicarlo a Chile porque no hay un registro tan largo de los datos y, en su opinión, el desafío a futuro está en disponer de información de calidad sobre ingresos y sobre propiedad.
Por otra parte, el economista subrayó la dificultad "extrema" de un impuesto global a la propiedad que plantea Piketty ya que todos los países plantearían dudas sobre su consolidación, que el impuesto a la riqueza no es ninguna novedad en economía y que en muchos países ya existe un impuesto a la propiedad.
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