China y EEUU no dan pie atrás en la guerra comercial global que parte mañana
Beijing aseguró ayer que “no dará el primer disparo”, pero evalúa más opciones de respuesta a Washington. Entre ellas, está una alianza con Europa, que teme golpes al sector automotor.
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El escenario más temido por los inversionistas cuando comenzó el gobierno de Trump en Estados Unidos, hace 530 días, está a punto de concretarse. El país impondrá a partir de mañana los primeros aranceles a productos provenientes de China, por unos US$ 34 mil millones. Beijing asegura que tomará medidas proporcionales. Ninguna de las dos mayores economías del planeta parece dispuesta a dar pie atrás.
El Ministerio de Finanzas de China descartó ayer que fuera a implementar medidas antes de que EEUU dé el paso; es decir, podría comenzar con la aplicación de los cobros cuando sea mediodía en su reloj, en las primeras horas del viernes en Norteamérica.
“Nunca lanzaremos el primer disparo. No implementaremos aranceles antes que EEUU”, dijo la autoridad en un comunicado.
Pero mientras espera que Washington mueva las primeras piezas, Beijing ya inició una ofensiva diplomática para aliarse con la Unión Europea, que el mes pasado aplicó sus propias represalias contra EEUU, por las medidas que Trump adoptó contra su acero y aluminio.
Según un reporte de Reuters, el vicepremier Liu He y el canciller Wang Yi han tenido reuniones con autoridades europeas en Bruselas, Berlín y Beijing, discutiendo, entre otras cosas, acciones conjuntas contra EEUU. La UE, el mayor bloque comercial del mundo, podría aceptar. De ser así, sería la mayor señal del quiebre de Europa con la mayor economía mundial y su giro hacia la potencia asiática.
Las cartas de la baraja
Trump ha asegurado que, si Beijing concreta las represalias anunciadas, responderá con aranceles contra productos por US$ 200 mil millones y hasta otros US$ 200 mil millones si no desiste.
Aunque el gobierno de Xi Jinping no ha delineado una respuesta más allá de lo inicial, también evalúa tomar acciones contra las grandes empresas de EEUU que tienen operaciones en su país, incluyendo Coca Cola, McDonald’s, Disney y Apple. También podría crear cuellos de botella administrativos para las importaciones estadounidenses.
Por su parte, Trump aún guarda la carta maestra de aplicar una ley de emergencia para frenar las inversiones de empresas chinas en EEUU, que desistió de hacer la semana pasada. También podría aumentar la presión contra empresas como Huawei o ZTE, prohibiendo la importación de sus productos.
Todas son medidas bajo evaluación y su aplicación dependerá de lo que pase hasta el viernes. Pero, según dijo la directora de Asia Analytica en Hong Kong, Pauline Loong, a Bloomberg, “a estas alturas, no hay espacio para echar pie atrás”.
El rol de Europa
Tras aplicar sus primeras represalias por US$ 3 mil millones el mes pasado, la UE evalúa nuevas acciones. Los ministros de Economía de Alemania y Francia se reunirán la próxima semana en París y, días después, el 16 y 17 de julio, ambos países serán parte de una cumbre sino-europea que podría resultar en acuerdos con China.
El bloque está alerta por la eventual decisión de la Casa Blanca de gravar la importación de automóviles. El martes, más de 40 países de la Organización Mundial del Comercio advirtieron que la acción pondría en riesgo el comercio global.
Ayer la canciller alemana, Angela Merkel, alertó que “la crisis financiera nunca se habría resuelto tan rápidamente, a pesar del dolor, si no hubiéramos cooperado de manera multilateral”.
La amenaza de Trump ha hecho que empresas como la matriz de Mercedes Benz, Daimler, recorte sus expectativas de ganancias para el año. Ejecutivos de la compañía, junto a sus pares de Volkswagen y BMW, se reunieron ayer con el embajador estadounidense en Alemania para señalar que la aplicación de aranceles perjudicaría irreparablemente su negocio global.
EEUU
Las medidas
Washington gravará desde el viernes productos chinos por US$ 34 mil millones. Si China toma represalias, habría una segunda ronda de aranceles por US$ 200 mil millones y una tercera por igual monto.
Más allá de los cobros, el país puede golpear las operaciones de chinas como ZTE y Huawei, a las que acusa de afectar la seguridad nacional.
Los temores
Las represalias chinas podrían afectar al sector agrícola y a empresas presentes en el gigante asiático, desde Coca Cola hasta Apple.
Empresas manufactureras ya acusan alza de costos y mayor incertidumbre.
China
Las medidas
China ha anunciado aranceles proporcionales, pero, dado que importa menos productos desde EEUU de los que vende, no podrá igualar los golpes.
En cambio, el país evalúa medidas de presión contra empresas de EEUU presentes en el país, así como imponer cuellos de botella administrativos a la región.
Los temores
Hace días, expertos chinos alertaron la posibilidad de "pánico financiero" si se concreta la guerra comercial.
El margen de maniobra del gobierno de Xi también es limitado, ya que muchas de compañías estadounidenses con presencia en el país tienen participación de sus pares estatales chinas.
Europa
Las medidas
La UE comenzó a aplicar en junio aranceles por unos US$ 3 mil millones a productos de EEUU.
El bloque evalúa acciones adicionales y es cortejado por Beijing para tomar medidas conjuntas. De aceptar, sería la mayor señal del quiebre de Europa con EEUU y su giro hacia China.
Los temores
Europa está en alerta por la investigación de EEUU sobre la importación de automóviles, que podría decantar en aranceles adicionales epecíficos para el sector.
Mientras la matriz de Mercedes Benz, Daimler, ya ha recortado sus previsiones de utilidades para el año, otras podrían hacer lo mismo en los próximos meses.