Economía

China da un giro e implementa estímulos económicos para frenar la desaceleración

El gobierno anunció ayer rebajas tributarias y llamó a las ciudades a gastar más, en una señal de que busca recuperar el ritmo.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Miércoles 25 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Incluso antes de que la guerra comercial con Estados Unidos se concretara a inicios de este mes, China estaba dando señales de alerta. Años de crecimiento económico acelerado a base de endeudamiento comenzaban a pasar la cuenta y el gobernante Partido Comunista buscaba controlar el crédito, lo que amenazaba con generar una desaceleración brusca en la segunda mayor economía del mundo. Ello, a su vez, podría perjudicar a la economía global y particularmente a países exportadores de materias primas como Chile.

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Eso cambió esta semana. El gobierno chino anunció una serie de estímulos para apuntalar la expansión del Producto Interno Bruto, que este año, según el Fondo Monetario Internacional, podría cerrar en 6,6%, su peor desempeño en 28 años.

Ayer en la madrugada, Beijing señaló que implementará una mezcla de rebajas de impuestos y gasto en infraestructura. El día anterior, el banco central había inyectado US$ 74 mil millones al sistema financiero, la mayor intervención de ese tipo en un día. Y este año, la entidad ha rebajado tres veces las exigencias de liquidez a los bancos.

El Consejo Estatal chino explicó que los estímulos responden a la “incertidumbre” exterior y apuntó que la política fiscal será más “proactiva”. No hizo referencia al conflicto comercial con EEUU, donde el presidente Donald Trump ha llegado a prometer aranceles a productos por US$ 500 mil millones, casi la totalidad de las exportaciones del gigante asiático al norteamericano.

“Debemos persistir en no implementar un fuerte estímulo del tipo ‘de gran inundación’”, manifestó el primer ministro Li Keqiang ante el consejo. El objetivo, señaló, será “responder a la incertidumbre en el exterior y preservar la actividad económica dentro de un rango razonable”.

Acelerar el paso

Según datos del FMI, el gigante asiático creció 3,9% en 1990; tras eso, el ritmo se aceleró hasta superar el 10% y no bajó de 7% hasta 2015. Para entonces, ya se había instalado el temor de un “aterrizaje forzoso” en la economía del país: una aceleración brusca que desestabilizara la recuperación del resto del planeta.

Ese temor parece haber quedado en el pasado. La desaceleración china fue gradual y el segundo trimestre de este año vio un crecimiento de 6,7%, el menor desde 2016. Ahora, el gobierno enfrenta el desafío de reimpulsar la economía, sin reavivar las sospechas de que abusará del crédito para el estímulo.

Ayer, el Consejo Estatal llamó a los gobiernos locales a acelerar el desembolso de ingresos fiscales no utilizados, además de pedir a las instituciones financieras que aseguren la entrega “adecuada” de préstamos a las ciudades, para evitar el retraso de proyectos.

También autorizó recortes tributarios de US$ 953 millones para inversión corporativa en investigación y desarrollo, además de acelerar la emisión de bonos especiales para infraestructura. El gobierno también promoverá proyectos privados en transporte, hidrocarburos y telecomunicaciones.

Los anuncios fueron bien recibidos por los mercados asiáticos, que llevan semanas golpeados por la guerra comercial. El CSI 300 de Shangai cerró con un avance de 1,59% y alcanzó su mayor nivel en cinco semanas, en una jornada en que todas las mayores bolsas asiáticas tuvieron ganancias.

El economista senior de AXA Investment Asia en Hong Kong, Aidan Yao, dijo a Bloomberg que los anuncios son “una señal concreta de estímulo coordinado y hacen frente a uno de los factores clave que han estado pesando en los mercados chinos”.

Guerra desatada

Aún no hay un cálculo oficial que cuantifique los efectos de la guerra comercial entre China y EEUU, pero un efecto ya es visible: entre mediados de junio y julio, el yuan perdió 5% frente al dólar. El Ejecutivo ha asegurado que quiere una moneda estable y de libre flotación, pero el retroceso le da una ventaja frente a la potencia norteamericana.

Sin embargo, esa campaña no puede durar, dijo ayer el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, su sigla en inglés).

En un reporte, analistas de la entidad aseguraron que un enfrentamiento cambiario “desestabilizaría a ambas naciones” y que “los mercados no tolerarán una escalada sin fin”.

Con poco espacio para implementar más aranceles y dejar caer su moneda, Beijing parece estar buscando formas de crecer incluso en medio de una guerra comercial.

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