Canadá apuesta por la política anti austeridad del Partido Liberal

El Partido Liberal protagonizó en la madrugada del martes un regreso histórico al gobierno canadiense. Tras una década de liderazgo conservador, el hijo del ex premier Pierre Trudeau, Justin, logró en las elecciones generales de este lunes una abrumadora mayoría absoluta que le permitirá implementar su programa de cambios en la economía, las políticas sociales y política exterior con total tranquilidad.

El resultado de los comicios es además una victoria de la visión anti austeridad de Trudeau contra la agenda del premier saliente, Stephen Harper, y la reivindicación de que el país necesita volver a una política de gasto fiscal para combatir los problemas económicos que ha gatillado el desplome del precio del petróleo y los metales.

El recién elegido primer ministro prometió a los canadienses un gobierno activo que estimule la debilitada economía (se prevé que el PIB avance 1,2% este año, el ritmo más lento desde 2009) y afronte las demandas de igualdad de ingresos y mejores planes de jubilación. Trudeau, de 43 años, espera aprovechar la sed de cambio que han manifestado casi tres cuartos de los votantes para dar un giro al rumbo que los conservadores de Haper han imprimido en los últimos nueve años.

Más gasto público

En contraste con sus rivales en las urnas que prometían equilibrio fiscal, Trudeau planea registrar un déficit de 25 mil millones de dólares canadienses (US$ 19 mil millones) en los próximos tres años para sacar partido a las bajas tasas de interés.

Con este margen y un alza en los impuestos a salarios por encima de 200 mil dólares canadienses, Trudeau financiará el gasto en infraestructura y recortará los impuestos a la clase media. El partido Liberal apuesta por volver al equilibrio presupuestario en 2019.

“Infraestructura y construcción son claramente las principales áreas que se beneficiarán”, afirma a Bloomberg el economista de Macquaire, David Doyle. “El Partido Liberal tiene una gran propuesta de inversión en infraestructura”. El experto se refiere a la idea de gastar US$ 3.200 millones en nuevos proyectos en promedio durante los cuatro próximos ejercicios fiscales empezando en 2016 para avivar una economía que se contrajo en el primer semestre.

Trudeau también contempla legalizar la marihuana, cancelar la compra de cazas F-35, alinearse con Barack Obama en materia de cambio climático y abandonar la operación militar en Siria e Irak contra el Estado Islámico.

Incertidumbre para las energéticas

Mientras una política más orientada a la lucha contra el cambio climático beneficiaría a las firmas de energía verde, la aprobación de normas más severas y la fijación de precio para las emisiones de carbón complicaría el panorama de las petroleras y productoras de gas y carbón.

“Es muy posible que los liberales frenen el desarrollo de nuevos oleoductos, algo negativo para el sector de infraestructura energética en general”, apuntó Doyle, que considera que podría ampliar la brecha de precios entre el crudo canadiense y el WTI.

Una menor inversión en oleoductos, sin embargo, podría potenciar los envíos por vía terrestre e impulsar el beneficio de la empresa nacional de ferrocarriles, apuntó la consultora Canaccord Genuity Group.