Ad portas de la primera reunión del año del Banco Central Europeo, cada vez más expertos esperan que apruebe un programa masivo de compra de deuda pública para hacer frente a la oleada deflacionaria de la zona euro que eleva el temor de que la recuperación del viejo continente no esté tan cerca como se pensaba.
En el último mes de 2014, doce de los 19 países comunitarios registraron deflación. El bloque anotó una tasa de inflación interanual de -0,2% en diciembre, el primer dato negativo del Índice de Precios al Consumidor desde 2009.
En las últimas semanas, se especulaba que el monto del programa de alivio cuantitativo (QE, su sigla en inglés), podría alcanzar los 500 mil millones de euros (US$ 580 mil millones), pero ese importe se elevaría a 550 mil millones (US$ 635 mil millones) según un sondeo elaborado por Bloomberg, y hasta los 600 mil millones de euros (US$ 697 mil millones) según los expertos encuestados por Reuters.
El anuncio de QE, que acercaría las políticas del BCE a las aplicadas por la Fed y el Banco de Inglaterra tras la crisis financiera y es contrario a la posición del Bundesbank alemán, se haría por un monto total de deuda a comprar, según la mayoría de los encuestados por Bloomberg. Además, se centraría en deuda pública aunque podría incluir otros instrumentos.
Según el diario alemán Spiegel, el plan incluye la limitación de la distribución de riesgos, ya que serían los bancos centrales nacionales los que adquirirían la deuda en cada país, consignó Bloomberg.
Batalla a la deflación
El programa que aprobaría el presidente del BCE, Mario Draghi, busca dar un gran impulso a la zona euro para sacarla de la deflación que podría conducir hacia un ciclo de caída de demanda y mayor endeudamiento, apuntaron los economistas a Bloomberg.
Los expertos esperan que Draghi, junto con explicar en profundidad las medidas, exponga el jueves a los inversionistas una sólida estrategia con la que revitalizar la moribunda economía. Las especulaciones sobre los planes del BCE han hundido a un mínimo de once años la moneda común.
"Las expectativas del mercado son ahora estelares", aseguró a Bloomberg el jefe de investigación de Credito Valtellinese, Attilio Bertini. No tiene que haber "ninguna decepción" y "el próximo movimiento del BCE debe ser generalizado, duradero y transmisor de riesgo".
No faltan, sin embargo, voces que apuntan a que el QE no será suficiente. Catorce de los 18 economistas sondeados por Reuters consideran que la inyección del BCE no logrará alejar el fantasma de la deflación y elevar los precios hasta la meta de 2%.
