Gobierno inicia proceso de reformulación del sistema nacional de capacitación laboral

A 30 años de creado, el Sence y sus programas ya no son el apoyo indicado para elevar la productividad e innovación en el país.

Por: | Publicado: Lunes 10 de mayo de 2010 a las 09:35 hrs.
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Equipo de Suplementos



Menos del 15% de la fuerza de trabajo empleada se capacita hoy en Chile, cifra que está muy por debajo de las registradas en países como Irlanda (40%) o Finlandia (70%). La estructura de capacitación del país, Sence, fue creada hace más de 30 años, para un Chile con prioridades distintas a las actuales, al menos en lo que a competitividad y productividad se refiere.

Consciente del tema, el gobierno ha iniciado un proceso de reforma al sistema nacional de capacitación, con el fin de mejorar la empleabilidad y productividad de los trabajadores; proceso que debiera estar definido durante el segundo semestre de este año y que parte con la creación de una comisión de expertos en la materia, liderados por la ministra del Trabajo y Previsión Social, Camila Merino.

De acuerdo a lo anunciado por la secretaria de Estado, los principales objetivos de este rediseño son focalizar los recursos en los trabajadores con menor calificación, mejorar la empleabilidad de éstos, entregarles más poder de decisión, enfocarse en trabajadores de las pymes y alinearse con el sistema de Certificación de Competencias Laborales y coordinarlo con plan de empleo.

¿La meta? Tener 1,2 millón de personas capacitadas hacia 2014.



Sistema mal enfocado

Chile destina anualmente cerca del 0,14% de su PIB a capacitación laboral e invierte, a través del Sence, cerca de US$ 150 millones al año. Sin embargo, estos recursos no llegan al 20% más pobre de la población, ni a los trabajadores menos calificados ni al mundo rural. Es más, se estima que el 89% de la fuerza de trabajo no cuenta con calificaciones técnicas o profesionales y, un alto porcentaje tampoco tiene su educación escolar completa.

De lo anterior se desprende que el mayor problema de Chile en materia de capital humano está en la gran masa laboral del país.

"Tenemos un problema muy importante de calidad y cantidad de capital humano. Hay déficit en la capacidad de los trabajadores para absorber nuevas tecnologías y sistemas de trabajo más sofisticados. Si queremos avanzar como país, introducir mayor valor agregado a nuestras exportaciones, pero además diversificar nuestros productos y servicios, es clave solucionar estas barreras", asegura Hernán Araneda, gerente del Centro de Innovación en Capital Humano de Fundación Chile.

A su juicio, Chile tiene pocas posibilidades de ser exitoso en la invención de nuevos productos y tecnologías, pero puede convertirse en un buen gestor de la innovación, es decir, en transferir tecnologías desarrolladas en otros países, mejorar la calidad de los productos y las estrategias de marketing, entre otros.

Flora Painter, jefa de la división de Ciencia y Tecnología del BID, cree que a pesar de los avances registrados en el país, todavía queda un buen trecho que recorrer en prácticamente todas las áreas, pero fundamentalmente en la formación de capital avanzado y en el de la capacitación técnica.

Este último punto, "se presenta usualmente como un cuello de botella para la innovación en las empresas. El aumento de las matrículas en Centros de Formación Técnica ha sido mucho menor que el experimentado en universidades, con lo que se presenta un problema de cobertura, agravado con unas tasas de deserción altas, al que hay que añadir un problema de pertinencia y de calidad de la enseñanza, mucho más difíciles de medir en ausencia de un sistema de certificación adecuado", asegura.

Araneda concuerda con lo anterior y considera necesario reestructurar el modelo educativo. "Es importante que las mismas universidades o entidades de educación superior reorienten sus mallas curriculares hacia el logro de competencias profesionales efectivas. Asimismo, parece indispensable que el financiamiento estudiantil promueva que los chilenos puedan optar a carreras técnico-profesionales más cortas, siempre que sean de calidad demostrada", explica.

Productividad

Un análisis del Consejo Nacional de Innovación (CNIC) sostiene que la insufiente calificación de trabajadores y capital humano experto para incorporar capital físico y desarrollo tecnológico es una de las razones para que el crecimiento de la Productividad Total de Factores (PTF) en Chile haya declinado drásticamente en la última década. Entre los años 1992 y 1996, el aumento de la PTF fue de 2,7%, en tanto que la cifra estimada para 2008 es de -1,7%.

Tal situación refleja que en Chile hay una dificultad para moverse de un crecimiento basado en recursos naturales a uno sustentado en la innovación. De hecho, Flora Painter afirma que las capacidades empresariales para gestionar la innovación en las organizaciones son clave para que nuevos productos y procesos se apliquen de manera efectiva y logren mejoras en la productividad.

"La generación de capital humano de gestión es absolutamente fundamental para aumentar la inversión privada en I+D+i, que es precisamenste una de las tareas pendientes más importantes del sistema de innovación chileno", plantea la experta del BID.

Según el CNIC, dar el salto en capital humano redundará a largo plazo en el aumento de la productividad, por lo que es clave promover la certificación de competencias laborales, además de hacer una reforma estructural en este tema a través de: un aumento del financiamiento público a la educación en todas sus etapas; modificación del estatuto docente (flexibilidad y mejores sueldos); establecimiento de un marco de cualificaciones basado en competencias para desarrollo curricular; acreditación de la oferta formativa y de capacitación; aumento de la cobertura terciaria al 60% de la población al año 2015, con una participación de área técnico profesional del 50%, entre otros puntos.



Becas

En cuanto al sistema de becas estatales, los docentes de la Universidad Católica, Carlos Williamson, Sergio Martinic y Juan Echeverría, señalan que este mecanismo es importante para mejorar el capital humano país, pues permiten asegurar el acceso a la educación a estudiantes meritorios, independiente de su situación socioeconómica. Sin embargo, creen que debiera existir una mayor regulación en la entrega de los recursos, así como una rendición pública de los resultados del sistema.

En Visión Universitaria, publicación de la PUC, los docentes recalcan que las becas son sólo uno de los componentes de una estrategia mayor y destacan la importancia de fortalecer la investigación básica y aplicada a lo largo del país, apoyar el desarrollo de los postgrados nacionales y asegurar su calidad a través de un buen sistema de acreditación, entre otra serie de acciones que deben estar en estrecha relación con el campo de desempeño de las personas que adquieren mayores grados de calificación profesional o académica.

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