Las ventas de aplicaciones
para el iPhone ascienden a un US$1 millón diarios y Steve
Jobs, gerente general de Apple, no duda en que se convertirán en
breve "en un negocio de US$1.000 millones" anuales.
En una entrevista que publica hoy el diario The Wall Street
Journal, Jobs señala que se han vendido ya 60 millones de
aplicaciones desde que estos programas aparecieron hace un mes y que
la facturación total asciende a unos US$30 millones.
"Nunca había visto nada como esto en mi carrera en el mundo del
software", reconoce el fundador y CEO de Apple.
Estas aplicaciones, que el usuario puede adquirir en la tienda
online de Apple, aparecieron el pasado mes, coincidiendo con el
lanzamiento del iPhone 3G, la última generación del popular teléfono
móvil.
La gran mayoría no han sido desarrolladas por Apple, sino por
programadores de otras compañías a los que la fima californiana
permite quedarse con un la mayor parte de los ingresos por su venta.
En la entrevista, Jobs explica que Apple sólo retiene un 30% de los ingresos y que el resto va para los creadores de las
aplicaciones.
Añade que confía en que estos programas impulsen las ventas del
iPhone y del reproductor de mp3 iPod Touch, en el que también
funcionan.
Los expertos no dudan que las aplicaciones -que van desde lo útil
a lo curioso, pasando por lo absurdo- podrían convertirse en la
gallina de los huevos de oro para la firma californiana.
La mayoría de las aplicaciones son gratuitas o cuestan menos de
US$10. Algunas están orientadas a los negocios -como, por
ejemplo, herramientas para gestionar gastos de viajes, tareas o
convertir unidades- y un gran número de ellas son juegos.
Algunas son simplemente entretenimientos banales que sacan
partido de la pantalla táctil del iPhone.
Hay una aplicación que convierte la pantalla en la espada de Dark
Vader (y emite su característico sonido cuando se mueve), otra
permite usarla como linterna o como el teclado de un piano y una
tercera que la convierte en una jarra de cerveza en la que el
líquido se inclina si, inclinamos el teléfono.
La pasada semana, Apple decidió retirar de su tienda una
controvertida aplicación que rozaba los límites del absurdo. Por el
módico precio de US$1.000, "I am rich" mostraba en la pantalla
del teléfono un luminoso rubí virtual de supuestamente muchos
quilates...y eso era todo.
Sorprendentemente, ocho personas deseosas de mostrar su altos
ingresos y poco juicio descargaron la aplicación en los pocos días
en los que estuvo a la venta.