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Mario Conca, gerente general de Chilevisión. |
Interés ha despertado en la industria de las telecomunicaciones la idea de los canales de televisión abierta de construir una red de transmisión integrada de TV digital.
Pese a que no se ha definido cuál será el modelo de negocios que se utilizará, una de las posibilidades que corre con ventaja es concesionar la operación de esta red a un tercero que la construya y administre, como ocurre en otros países.
Y ya están los primeros interesados. Según Mario Conca, gerente general de Chilevisión, “hay muchos interesados en poder realizar esto”. Entre otros estarían American Tower, Abertis (que hace lo mismo en España), Entel y Telefónica, dijo. Implementar la red tendría un costo de US$ 60 millones y se usaría parte de la infraestructura existente.
A esto se suman US$ 90 millones, que incluye el uso de satélites y la mantención y operación del activo. A los canales que la ocupen se les cobraría una cuota mensual, con contratos a largo plazo. Según Conca los recursos que desembolsen serían similares a los que destinan hoy por el mismo concepto.
De acuerdo a Conca -quien expuso en un seminario de Anatel-, el interés de los canales es empezar a trabajar en esto lo antes posible, pero de todos modos es importante contar con la aprobación de la ley de TV digital.
Bajo la nueva estructura, nuevos actores que lleguen con la TV digital podrían optar a esta red, favoreciendo la competencia, según dijo Conca.
Además, los canales de TV también analizan posibilidades para incorporar señales de pago.
La idea es armar un mix de canales que sean de interés del público para ofrecer.
Sería una nueva sociedad, probablemente, la que administre este sistema, independiente de los canales. Sin embargo, aún no se analizan los detalles comerciales de la operación.
Transmisión consentida
El ejecutivo insistió en la necesidad de que exista la transmisión consentida por parte de los operadores de televisión paga. “Creemos que le aportamos al cable más de lo que él a nosotros”, dijo.
Según explicó, en 2010 el cable obtuvo ingresos por US$ 836 millones, frente a los US$ 480 millones de los canales abiertos.
Sin embargo, los canales de paga registraron un 32,5% de la audiencia, frente al 67,5% de la TV abierta.